Señor Director:

Los cambios tecnológicos y el acceso a la información están modificando las relaciones laborales y sociales, lo que debe ser abordado desde el sistema educativo. Tanto es así que para Chile se estima que el 50% de los trabajos actuales no existirá a 2050 (McKinsey, 2017), y que el 65% de los niños que hoy ingresan a la educación básica trabajarán en un empleo que hoy no existe (WEF, 2016). Algunos creen que la solución para abordar este problema es entregar tecnología a los estudiantes, para que se familiaricen con ella desde la etapa escolar. Sin embargo, este no es el camino correcto.

¿Cómo trabajar este tema, entonces? Partiendo desde los primeros años. La educación de párvulos es el nivel educativo que, por excelencia, permite incorporar habilidades desde temprana edad, potenciando la plasticidad cerebral de las personas, facilitando el pensamiento innovador y el desarrollo del pensamiento creativo de forma permanente (Resnick, 2017).

Por lo tanto, si el nuevo ministro de Educación quiere enfrentar estos desafíos, debe partir por potenciar la educación parvularia y en especial a los educadores, puesto que la evidencia ha demostrado que son ellos el factor más importante para potenciar los aprendizajes en el aula, y, tal como menciona la OCDE, “la profesión docente necesita una gran transformación para preparar a los alumnos a los nuevos desafíos que vivirán y escenarios en los que trabajarán” (OCDE, 2017).

Continuar fortaleciendo la educación parvularia y especialmente la profesión docente en este nivel educativo es el inicio de la ruta que permitirá asegurar el presente de los niños y el mañana del país.

Joaquín Walker
Director ejecutivo Elige Educar