Inspirada en una de sus profesoras, esta estudiante narra su experiencia en la escuela y describe cómo un buen docente puede marcar la diferencia a la hora de aprender.
Además de dictar clase en el Trewhela´s School, y formar a futuros profesores en la Universidad de Chile, la profesora de biología Karin González, trabaja en el Liceo Experimental Manuel de Salas, donde asesora la Unidad Técnico Pedagógica y hace parte del equipo editorial de un boletín pedagógico que se publica en dicho colegio. En el año 2015, una estudiante (actualmente egresada), publicó en dicho boletín un conmovedor relato en el cual describe su experiencia como estudiante, comparte sus dificultades en la sala de clase y expone su visión con respecto a lo que significa la verdadera educación. Inspirada en su profesora Karin, esta estudiante describe el impacto que puede generar un buen docente en el proceso de aprendizaje de un estudiante y expresa lo que para ella significa la educación.
Karin compartió las palabras de su ex estudiante con nosotros y hoy las publicamos para reforzar la importancia del rol docente en la vida de los estudiantes y transmitir la voz de muchos niños y jóvenes que comparten la visión de esta agradecida alumna.
Educar es más que pasar contenidos, es atender a la diversidad
“Me gustaría relatar una experiencia educativa bien especial, que me ha hecho reflexionar respecto de que es educar realmente.
A mí no me gusta mucha biología y tampoco me va bien, pero aprender con profesores que educan en el sentido de enseñar más allá de los contenidos es distinto. Sabemos que todos tenemos maneras distintas de aprender y hubo una profesora que velaba por enseñarnos a cada uno de los de mi clase, de la forma más adecuada, aceptando que éramos distintos pero no menos importantes. Se esmeraba para que entendiéramos, ya sea haciendo dibujos fantásticos, esquemas o mostrándonos videos e imágenes o de las formas más variadas que necesitábamos.
Como mencioné anteriormente, todos aprendemos de forma diferente; en mi caso particular, a mí me diagnosticaron déficit atencional hace unos años cuando estaba en educación básica y una profesora se dio cuenta que algo ocurría conmigo. Al principio no tenía buen rendimiento en las pruebas de su ramo, pero ella decidió acercarse a preguntarme qué me pasaba; si estudiaba, de qué manera lo hacía, si es que era constante mi estudio etc. Se dio el tiempo de escucharme, de aceptarme diferente, de considerarme como una persona, de citar a mis padres para una entrevista, pero en buena, no para acusarme (como hacen muchos profesores), sino para ayudarme, pues me dijo que así lo haría. Ellos le contaron que yo tenía déficit atencional. Desde ese momento la profesora reaccionó con una pedagogía dedicada a mí y me explicaba hasta entender completamente la materia, de la manera más simple y comprensible. Buscaba cualquier forma para que yo pudiera entender. Después de un tiempo, mis notas estaban más altas e incluso me gustaba bastante la biología. Me daba consejos de estudio, acercando la biología a situaciones de mi vida cotidiana y me motivaba siempre, incluso hasta el día de hoy, cuando ya han pasado un par de años de aquellas tan inolvidables clases. Pero yo no era un caso particular en mi sala, esta profesora lo hace, por cada uno de sus estudiantes, entregando siempre todo su apoyo y dedicación, por distintos que sean. Sin ninguna duda su pedagogía se basa en la comprensión de la condición humana, así como somos en nuestra diversidad, se conecta con nosotros y se nota que lo hace por una profunda vocación, por amor hacia la biología y hacia sus alumnos, a los que les enseña a aprender cada día algo nuevo.
Por eso quiero reflexionar sobre qué es realmente educar…
Educar no es pasar y pasar materia, y luego tener una interrogación o una prueba que después termine siendo una nota, sino que cada uno de los alumnos como yo, somos más que un par de números en un listado. Educar significa para mí, aprender más allá de lo que te va entrar en una prueba, es aceptar que los otros son diferentes y por eso mismo son importantes. Una verdadera educación, es la que te ayuda a cómo enfrentar la vida respecto a distintas situaciones a las que te pone, ya sean problemas, como mi déficit atencional o cómo reaccionar cuando hay que defenderse de las críticas constantes. Somos personas, somos diversos y nos deben educar en esa diversidad haciendo énfasis que la condición humana es la que releva los contenidos y que por sobre todo educar es más que pasar contenidos, es educar valorando la diversidad. Ojalá todos los profesores entendieran que somos un pilar fundamental en su profesión, y que no somos robots mecanizados homogéneamente.
Ella fue una de las profesoras que no pasó desapercibida mi situación, que me aceptó tal cual soy y que me ayudó a sacar lo mejor de mí. Dedico estas líneas a mi profesora querida”.
Gabriela Amanda Zúñiga Matus, III° B
Inspirado en Karin Ivonne González Allende
Profesora de Biología y Ciencias Naturales
Publicado en boletín del Liceo Experimental Manuel de Salas
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