Las expertas Meghan McCormick y Natalie Schwartz comparten para el medio Education World, algunas estrategias para mejorar la comunicación con padres de estudiantes que tienen problemas de conducta.
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Pittsburgh, involucrar a los padres y apoderados en los procesos de aprendizaje de los estudiantes, puede ser una de las claves para trabajar problemas de conducta en el aula. Este estudio sugiere también que las llamadas regulares a los padres, pueden disminuir en un 25% dichas correcciones del comportamiento de aquellos estudiantes que a veces dificultan un poco el proceso de aprendizaje del resto de la clase. ¿Qué significa esto? Que la comunicación entre profesores y padres es clave en el proceso educativo.
En un reciente estudio, Meghan McCormick, investigadora de la Universidad de Nueva York, descubrió que los profesores que proveen mayor soporte emocional a sus estudiantes, entienden que los padres pueden ser también un apoyo a la hora de lidiar con problemas de comportamiento. En ese sentido, la experta sugiere que todos los profesores deberían entender este aspecto.
Por otra parte, Natalie Schwartz, autora de un libro llamado The Teacher Chronicles: Confronting the Demands of Students, Parents, Administrators and Society, descubrió que al menos en Estados Unidos, los profesores creen que una de las cosas más difíciles de su trabajo es la comunicación con las familias. Sin embargo, ella también resalta la importancia de que los docentes utilicen esta relación con padres y apoderados para hacer de su trabajo algo más fácil y exitoso. La experta resume esto en una simple pero concisa frase: “ambas partes tiene el mismo objetivo, quieren que a los estudiantes les vaya bien”.
Ahora bien, aunque los profesores buscan que los padres se involucren más y los padres esperan mejorar la conexión con los docentes, llegar a ese objetivo, a veces no es sencillo. Entonces ¿qué sugieren Schwartz y McCormick para mejorar la comunicación especialmente con esos padres de estudiantes con problemas de conducta?
1. Empezar a tiempo
Schwartz asegura que cultivar relaciones positivas con los padres desde el inicio del año es fundamental. Una de la estrategias que ella propone es hacer preguntas como “cuénteme 5 cosas que debería saber sobre tu hijo/a para poder trabajar con él/ella de la mejor forma posible”. Lo ideal además, es desarrollar una relación positiva con los padres de los estudiantes más difíciles.
2. Preparar
Es clave comunicar claramente a los estudiantes las expectativas sobre el comportamiento en clase. Puedes incluso tener una especie de “contrato” firmado por padres y alumnos quienes en casa pueden discutir los puntos. Tener el plan claro desde el principio evitará malentendidos más adelante.
3. Ponerse en los zapatos del otro
McCormick asegura que muchas veces, los padres con estudiantes que tienen problemas de conducta, pueden tener conflictos con los procesos de educación en las escuelas. De hecho, ellos mismo pudieron tener problemas en sus colegios. Además, dice que pueden tener lo que se llama una “carga cognitiva” y pueden estar estresados, frustrados o a la defensiva por el comportamiento de sus hijos. Por eso, dice ella, es importante empatizar con los padres y ponerse en sus zapatos para mejorar la comunicación.
4. Comentarios positivos
Aunque parezca difícil, McCormick dice que es importante que los profesores demuestren a los padres que están haciendo todo lo posible por encontrar lo mejor de sus hijos. Esto se puede hacer a través de llamadas para decir cosas como: “su hijo tuvo un buen día hoy”. Ella dice además, que puedes ponerte la meta de comunicar tres comentarios positivos cada semana a esos padres que usualmente no reciben halagos de sus hijos.
5. Hacer equipo
El objetivo de la comunicación con los padres no es quejarse, ni agrandar el problema. El objetivo es ayudar, ser un apoyo. En otras palabras, se trata de trabajar en equipo para encontrar soluciones que el propio estudiante tendrá que aplicar.
6. Entender
En un año escolar habrá relaciones de todo tipo. Algunos padres la relación será más sencillos que otros. Frente a esto, las expertas sugieren intentar entender las preocupaciones de los padres. Para eso, puedes hablar con otros profesores, documentar la interacción, informar e incluso hacer reuniones para explicar el problema y ser franco, sin llegar a ser emocional. Todo esto con el objetivo de “empezar desde cero”.
7. Reuniones
La reuniones con padres pueden ser buenas instancias para que otros que hayan tenido problemas similares contribuyan y se sientan beneficiados. Pero lo más clave de estas reuniones es tener una agenda clara con límites de tiempo, desafíos y un foco específico. Puedes preparar conferencias con intervenciones conductuales en las cuales cada parte cumple un rol (estudiantes y padres). Es bueno también hacer una reunión de seguimiento.
8. Menos formalidad
A veces, una visita a la casa no es muy práctica por la falta de tiempo, sin embargo, dice McCormick, es una buena forma de entender la vida del estudiante. Puedes entonces hacer reuniones como las mencionadas en el punto anterior, pero también puedes reunirte con una familia o un grupo pequeño de padres. Descubre qué momento es cómodo para ti y para ellos.
9. Tecnología
En la actualidad, puede resultar más sencillo contactar a los padres a través de las redes sociales, pero es algo que se debe usar con cuidado. McCormick dice que Skype y Google por ejemplo, tiene funciones de traducción, en caso de que haya alguna barrera con el idioma. Otra alternativa es el e-mail o el mensaje de texto, dos alternativas rápidas para comunicar asuntos.
10. Más información
En sus investigaciones, McCormick ha notado que muy pocos profesores invierten tiempo en aprender sobre la comunicación con los padres. Este asunto es fundamental. Los libros e internet siempre serán una alternativa para investigar y por supuesto se deben abrir más espacios dentro del ámbito educativo para que los profesores tengan la opción de perfeccionarse en este aspecto.
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