El desarrollo de la motricidad fina es decisivo en los primeros años del/la niño/a, y le abrirá las puertas hacia el aprendizaje.
La motricidad fina es aquella donde se trabajan acciones, principalmente, con las manos. El desarrollo de la motricidad fina es decisivo para los/as estudiantes, ya que abre la puerta a la experimentación. Además, requiere la coordinación ojo-mano, por ende, una mayor precisión.
La motricidad fina es fundamental en el desarrollo del aprendizaje
Desde casa, se puede fomentar la motricidad fina con ejercicios sencillos. Los ejercicios se van volviendo complejos con el aumento de edad, pero es importante que la rapidez del proceso esté determinado por los estudiantes, de acuerdo a sus capacidades y el fortalecimiento de sus destrezas.
En la lista a continuación, encontrarás sencillas ideas para estimular la motricidad fina de tus estudiantes con el apoyo de sus familiares y desde casa:
- Jugar con plasticina: este juego estimula la coordinación mano-ojo.
- Jugar a pescar: poner peces a la distancia adecuada con una caña. Si los/as niños/as tienen menos de 3 años no se recomienda trabajar aún este ejercicio.
- Ayudar a colgar ropa: algo muy útil durante la educación a distancia y teletrabajo.
- Jugar con pompones y pinzas: tomar objetos pequeños estimula la motricidad en los/as estudiantes
- Dibujar estrellas y círculos con lápices, tizas o lana.
- Sostener un objeto pesado: esto estimula la concentración y coordinación.
- Mover las muñecas en diferentes direcciones y sentidos.
- Alcanzar objetos que estén a distintas alturas.
- Seguir pistas en el suelo y pisar encima: con este ejercicio trabajarán el equilibrio y, por ende, la capacidad cognitiva.
- Canicas: consiste en moverlas de una caja a otra o atraparlas con una cuchara, siempre con la supervisión de un adulto.
- Botellas: con este objeto podrán enroscar y desenroscar las tapas de las botellas, incrementando su destreza.
- Esculturas en 3D: para ello pueden utilizar los bloques de construcción e ir jugando a crear diferentes figuras.
- Pintar con pinceles: el simple hecho de tomar el pincel, ayuda a practicar el movimiento de los dedos
- Clasificar las rocas: este ejercicio se puede realizar en cualquier lugar. Las piedras se pueden cavar, esconderlas, ordenarlas por tamaños o cualquier otro juego.
- Abrir y cerrar los dedos de las manos, tocar las palmas entre sí y realizar gestos con las manos.
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