“Las escuelas deben desarrollar un sistema de comunicación con cada estudiante”, es uno de los consejos del texto desarrollado por el Director de Educación y Habilidades de la OCDE y por un académico de Harvard.
“Un marco para guiar una respuesta educativa a la pandemia del 2020 del Covid-19”, así se titula un texto publicado en marzo por Andreas Schleicher, director de Educación y Habilidades de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y por Fernando Reimers, director de la Iniciativa Global de Innovación Educativa y del Programa de Política Educativa Internacional de la Universidad de Harvard. Aquí, queremos entregarles algunos pasos que pueden ser claves para enfrentar como comunidad educativa los distintos procesos que se están viviendo ante la contingencia de la pandemia.
También aprovechamos de dejarles una invitación: Fernando M. Reimers,, analizará este marco de respuesta el 17 de abril a las 16:00 horasen un seminario virtual junto a Nadia Valenzuela, ganadora del Global Teacher Prize Chile 2019, y otros expositores. Aquí, el link de inscripción para que puedan revisar más detalles.
Será el responsable de desarrollar e implementar la respuesta educativa a la pandemia Covid-19. En la medida de lo posible, es importante asegurar que los integrantes del grupo de trabajo representen diferentes componentes del sistema educativo, o de la red escolar y que aporten perspectivas importantes y diversas para informar su trabajo. Desde profesores, hasta familiares y directores.
Mientras se mantenga el aislamiento social, es clave la comunicación regular entre todos los miembros del equipo. Algunos han optado por grupos de Whatsapp, otros por reuniones semanales. Cada grupo debe revisar cuáles son sus posibilidades según el contexto.
“Por ejemplo: proteger la salud de los estudiantes y el personal, garantizar el aprendizaje académico y proporcionar apoyo emocional a los estudiantes y a los docentes. Estos principios proporcionarán el foco para las iniciativas que se emprenderán y ayudarán a priorizar el tiempo y otros recursos limitados”, explican en el documento.
Cada establecimiento podrá optar por un principio distinto, pero es clave que siempre esté alineado con la contingencia de la pandemia.
Educar a los estudiantes, padres, docentes y personal sobre la necesidad de distanciamiento social, es una forma de de ayudar a avanzar en las metas y estrategias de salud pública necesarias para superar la pandemia.
Debido al contexto, donde se están realizando clases de forma remota, problemas de conectividad y con cambios derutinas para las familias, es necesario definir prioridades de aprendizaje durante la cuarentena.
En caso de que finalice el período de distanciamiento social, es importante contar con un período de revisión intensiva, previo al comienzo del nuevo año académico.
El aprendizaje en línea, proporciona mucha versatilidad y oportunidad para la interacción, pero si no todos los estudiantes cuentan con dispositivos y conectividad, es importante buscar formas de proporcionarlos a esos estudiantes o revisar alternativas para hacerles llegar material.
Es necesario para dirigir y apoyar de manera efectiva el aprendizaje de los estudiantes en tiempos de cuarentena, si se realizará una instrucción directa cuando sea posible o una orientación para el aprendizaje autodirigido.
Esa puede ser una vía para comunicar los objetivos del nuevo plan de estudios, estrategias y actividades sugeridas y recursos adicionales.
Una asociación con canales de televisión, podcasts, transmisiones de radio y paquetes de aprendizaje en forma digital o impresa, son algunas opciones que se pueden revisar. Explorar alianzas con organizaciones comunitarias y el sector privado para brindarlas, también.
Para que los docentes y los padres puedan apoyar a los alumnos en esta nueva modalidad de instrucción, este punto es muy importante. Por eso, también hay que crear modalidades que fomenten la colaboración entre docentes y comunidades profesionales, y que aumenten la autonomía docente.
Siempre tener en cuenta la importancia de que por esta vía se apoye la autonomía y la colaboración entre docentes.
“Como una forma de apoyarlos, las autoridades educativas pueden proporcionar ejemplos seleccionados de planes en otras escuelas”, señala el texto.
La escuela puede convertirse en un espacio de apoyo de salud mental y puede desarrollar formas alternativas de provisión, según cada contexto.
Como mencionamos en los primeros puntos, cada comunidad debe revisar sus posibilidades según la conectividad y contexto. Puede ser desde un grupo de whatsapp, hasta llamadas o mensajes de texto.
Es importante crear guías para los familiares puedan desarrollar otras actividades que no impliquen estar frente a la pantalla. Desde convertir en aprendizaje instancias como el hacer el almuerzo, hasta dibujar o escribir.
Es clave para compartir información sobre sus necesidades y enfoques para atenderlas, y para aprender de ellos como una forma de fomentar una mejora rápida en la provisión de educación en nuevas modalidades.
Mapear grupos y mensajes es clave para apoyar la ejecución de la estrategia educativa durante la contingencia, y garantizar que se comuniquen de manera efectiva a través de varios canales.