Los YouTubers están logrando cautivar a cientos de niños y jóvenes,. Mientras , nuestros profesores, día a día buscan exactamente lo mismo. ¿Qué elementos de este fenómeno podrían considerar los maestros en sus clases? Mira esta nota
Aunque no sea común pensarlo, entre lo profesores del mundo y los más famosos youtubers de la red hay más en común de lo que creemos. Esos jóvenes que se dedican a grabar y subir videos a YouTube han logrado posicionarse en las redes con millones de fieles seguidores que buscan respuestas, tutoriales, consejos y lecciones. Y nuestros maestros, en sus clases, buscan prácticamente lo mismo: cautivar.
Lo rescatable de estas celebridades de internet más allá del contenido
No sólo es valiosos el hecho de que los YouTubers hayan fortalecido un formato que no se consumía antes, también es impactante que sin contar con medios muy sofisticados logren construir un guión, grabar, hacer un montaje atractivo y distribuir un material que quizás en otro tiempo no hubiera impactado. Esto significa algo: que los YouTubers que muchos aman y otros tanto no entienden, responden a ciertas necesidades y hablan el mismo lenguaje de los jóvenes de hoy; los mismos jóvenes cuya atención representa un desafío para los docentes en la sala de clase.
Los contenidos cambian, los formatos evolucionan y en ese sentido es indispensable conocer estos fenómenos y rescatar lo mejor de ellos para adaptarlos a las necesidades de las generaciones que actualmente asisten a la escuela.
No se trata de ser YouTuber
Rescatar estos elementos no significa que un profesor deba convertirse en YouTuber para captar la atención de sus estudiantes, significa conocer y entender algunos detalles que pueden ser herramientas útiles para cautivar a los jóvenes, adaptando los contenidos y presentándolos de una manera diferente para generar procesos de aprendizaje realmente significativos.
Por ejemplo, muchos de estos célebres YouTubers, utilizan recursos visuales como subtítulos explicativos, repetición de momentos claves, bromas, imágenes, viñetas o textos que resaltan ideas. En otras palabras, simplemente mirando la técnica que les ha permitido ser un foco de atención podemos encontrar elementos inspiradores para incorporar en el aula. ¿Cuáles son? Acá algunos ejemplos:
1. Romper el hielo: Ningún YouTuber empieza su discurso sin antes decir, preguntar o hacer algo que rompa el hielo y haga sentir bien a su interlocutor. Antes de iniciar clase, no estaría mal usar este método para distensionar el ambiente y preparar el estudiante para aprender con disposición y motivación.
2. El objetivo: Si te fijas bien, es común que cada YouTuber presente el objetivo del tema que se abordará en cada video. “El día de hoy hablaremos de…”. Parece obvio, pero es indispensable no olvidar que antes de cualquier instrucción, explicación o actividad, es importante situar al estudiante en un contexto que le permita saber hacia dónde va el foco de la clase.
3. Recordar: Además de presentar el objetivo, ellos suelen recordar los temas que se abordaron en otros videos. Para reforzar conceptos, retomar ideas y fortalecer el aprendizaje, esta idea de “recordar” lo aprendido, resulta particularmente útil y necesario en clase.
4. La voz: Esta puede ser quizás la característica más particular de los YouTubers. Aquellos jóvenes que han sabido cautivar a millones, no sólo utilizan un lenguaje común con sus seguidores, sino que saben proyectar la voz de una forma potente; juegan con los énfasis e inflexiones. De esta forma la atención no se desvía y permanece 100% puesta en ellos.
5. Los ejemplos: Usar el cuerpo para imitar situaciones, utilizar objetos para hacer demostraciones, dar ejemplos, ejemplos y más ejemplos. Los YouTubers son expertos haciéndolo, y siendo un recurso simple ¿por qué no aplicarlo muchísimo más? Pasar de la teoría al ejemplo tangible es indispensable para enseñar y cautivar, y nuestros profesores lo saben.
Y lo indispensable: hablar con los alumnos para preguntarles qué les atrae.
De esa forma se facilita la posibilidad de transformar sus comentarios en recursos pedagógico prácticos. Adicionalmente, es útil darle una vuelta a las propuestas audiovisuales de los YouTubers con proyectos en clase que consistan en crear canales de video con un foco académico. Así, no se trataría sólo tomar elementos de este fenómeno digital mundial, sino también de posicionar al estudiante en el centro del aprendizaje a través de esa herramienta contemporánea que les resulta familiar.
Si bien queda claro que no es un requisito ser un profesor YouTuber para rescatar las bondades de este fenómeno, los docentes más innovadores siempre podrán arriesgarse a utilizar plataformas como estas como herramientas pedagógicas. Eso fue justamente lo que hizo David Calle, un profesor español que abrió un canal de YouTube para enseñar matemáticas siguiendo el modelo de los tutoriales que se han viralizado tanto en la red. Su propuesta fue tan exitosa y es tan acertada, que David se convirtió en una de las personas más innovadoras según la revista Forbes y en uno de los 10 finalistas del Global Teacher Prize, premio internacionalmente conocido como el “Nobel de la educación” que premia la labor de los mejores profesores del mundo.
Queda claro entonces que se trata de “copiar” el estilo informal, el tono jovial y los contenidos quizás poco relevantes de los YouTubers, sino atraverse a sustraer algunos elementos de su éxito para pensar ideas que sean atractivas a un público joven y bastante exigente. Hacerlo podría ser un acierto para el desafío central: convertir a los estudiantes en los protagonistas del aprendizaje.
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