“Estoy orgulloso de ti”, es la más común, pero hay muchas otras que los docentes pueden usar para cultivar la conversación mientras celebran los logros de los estudiantes
Cada estudiante debe disfrutar sus logros y éxitos, por ello, la docente Tarn Wilson, que trabaja en una escuela secundaria en la Bahía de San Francisco, Estados Unidos, se preocupa especialmente de hacerlos sentir valorados a través de sencillas frases motivacionales.
En el pasado, cuando sus estudiantes de secundaria compartían buenas noticias, la docente respondía: "Estoy tan orgullosa de ti". Sin embargo, esta expresión no la convencía del todo, ya que tendía a terminar la conversación y desviaba la atención del estudiante hacia el docente, como si buscar la aprobación fuera el objetivo.
Por ello, mientras la docente experimentaba cómo responder a los logros de sus estudiantes, descubrió cuatro estrategias simples para Edutopia, un sitio web que comparte distintas experiencias, estrategias y actividades de docentes alrededor del mundo.
1. “Cuéntame más”:
La frase favorita de la docente para ayudar a los estudiantes a reducir la velocidad y disfrutar de un logro en particular es un simple "Cuéntame más". Si tiene a un estudiante hablador y mucho tiempo para escuchar, la docente incluso invita a un "¡Cuéntame todo!".
Esta estrategia permite a los estudiantes revivir el momento e incrementar su felicidad al compartir. También, hace énfasis en que una frase abierta les da a los estudiantes control sobre los detalles que eligen compartir.
2. “Debes sentirte orgulloso/a”:
Dirigir la atención de sus estudiantes a sus emociones también les ayuda a vivir más plenamente en un momento. Para respaldar esto, la docente intenta “adivinar” sus sentimientos, así, en lugar de decirles que ella está orgullosa, les dice que ellos deben sentirse muy orgullosos.
Además, indicó que aunque nombrar las emociones de los estudiantes suena como si pudiera cerrar la conversación, generalmente tiene el efecto contrario. Además, debido a que algunos estudiantes están desarrollando su conciencia emocional y su vocabulario, ofrecerles algo de lenguaje puede ser una apertura poderosa.
3. "¿Qué hiciste para que eso sucediera?”:
Uno de los principales objetivos de un docente es ayudar a sus estudiantes a tomar conciencia de las elecciones y los patrones que conducen al éxito. Entonces, cuando un estudiante logra un objetivo, la docente recomienda hacer un seguimiento como: “¡Obtuviste una buena calificación en tu examen de matemáticas! Eso es fantástico. Debes sentirte realmente feliz. ¿Qué hiciste para que eso sucediera?”, por ejemplo.
Esto les da a los estudiantes la oportunidad de ser dueños de su experiencia y ver al profesor/a no como alguien a quien corren el riesgo de decepcionar, sino como un aliado.
4. “Aprecio y admiro”:
Cuando las acciones de los estudiantes hacen más lúdica o productiva la clase, la docente les hace saber que fue bueno que todos participaran o que fueran comunicativos. Por ejemplo, "aprecio que todos estén aquí a tiempo, porque no tendré que repetir las instrucciones".
En esos casos, las palabras pueden llevar mucho más que nuestro orgullo. Pueden significar que los estudiantes son vistos, valorados y apoyados.
Estas ideas pueden llevar a los docentes a poner en práctica nuevos elogios que no los coloquen como centro, sino a los estudiantes. La retroalimentación debe usarse como una herramienta para cultivar una sana conciencia de sí mismos y seguir motivándolos a ir por más.
¿Qué frases utilizas tú para motivar a los estudiantes?
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