Hechizos, pociones, capas para desaparecer, plantas mágicas. La historia creada por J.K. Rowling tiene muchos elementos para trabajar la ciencia. Llévalos a tu sala de clase para motivar a tus estudiantes.
Según el investigador y editor Youki Terada, J.K. Rowling –autora de Harry Potter– se inspiró en la vida real para crear algunas de las pócimas mágicas que aparecen en la historia. También utilizó elementos de la vida real para desarrollar determinadas escenas. Por ejemplo, una planta mágica que usa Hermoine para curar a Harry, en realidad tiene sus orígenes en una pequeña hierba que crece sólo en las Islas Griegas y fue utilizada hace siglos para sanar heridas.
En un artículo de Edutopia, Terada afirma que a Rowling nunca le gustó la química en el colegio, sin embargo, logró darle un giro interesante a través de su historia. Por eso hoy, profesores de ciencia como Alan McCormack, de la San Diego State University, han afirmado que los profesores podrían utilizar los libros y películas de Harry Potter para motivar a sus estudiantes con la ciencia. ¿Cómo? Se pueden utilizar escobas voladoras para hablar propulsión y aerodinámica; la transfiguración para trabajar el estado de la materia; las varitas mágicas para abordar la pirotecnia y la piedra filosofal para hablar de alquimia, entre muchas otras cosas. En su artículo, Terada comparte otras situaciones concretas del mundo Harry Potter que podrían servir en el aula:
1. La capa de invisibilidad
"Extraña al tacto, como el agua tejida en el material", así describe Rowling la capa de invisibilidad de Harry. Los estudiantes podrían analizar si esta capa en realidad podrían funcionar y además podrían trabajar temas como la refracción de la luz (la luz pasando de un medio a otro, como del agua al aire). Uno de los experimentos inspirados en la capa que se pueden realizar es poner una moneda debajo de un vaso transparente. Los estudiantes deben observar la moneda. Después, el vaso se llena con agua y la moneda desaparece si se observa desde cierto ángulo. Cuando el agua entra al vaso, dobla la luz reflejada desde la moneda, haciendo que esta aparezca en una ubicación diferente, un lugar que no es visible desde la perspectiva de los estudiantes.
2. El ojo mágico de Alastor Moody
El profesor Alastor Moody perdió su ojo en una batalla y recibió un reemplazo mágico. Su ojo podía ver a través de cualquier material; a través de puertas, paredes e incluso a través de la capa de invisibilidad de Harry. Para abordar este tema puedes utilizar la capa de Rochester, un sistema de cuatro lentes multidireccionales que logran camuflar los objetos que tienen delante. La disposición de los cuatro lentes convexos ubicados en línea recta hacen que la luz se doble entre ellas. Esto crea un "túnel" entre dos lentes. Entonces, si los estudiantes ponen la mano en el lugar correcto, podrán ver a través de ella.
3. El pensadero
El pensadero es un objeto mágico que sirve para revisar recuerdos. Parece una pileta poco profunda y su interior está lleno de una sustancia de aspecto fluido/gaseoso que parece vapor. Los recuerdos se visualizan como si formaran parte del mismo espectador. Este elemento podría ser útil para hablar de la ciencia de la memoria y aprender de anatomía cerebral. De la mano con esto se pueden hacer experimentos para investigar qué tan confiable es la memoria con el tiempo o para probar estrategias que pueden mejorarla.
4. Hechizos y pociones
Una buena forma de trabajar los hechizos y las pociones de Harry Potter es hablando de las plantas y su química, pues muchas de estas ha desarrollado “armas” para protegerse de sus enemigos. Entonces, los estudiantes pueden pensar cómo algunas plantas se protegen. Por ejemplo, la dieffenbachia, que libera enzimas que inducen la parálisis cuando se las comen. También se pueden aprovechar los hechizos creados por Rowling. Por ejemplo, cuando el profesor Remus Lupin golpea una tetera con su varita y calienta el té al instante; aunque la ebullición generalmente es causada por el calor, también se puede simular el calor utilizando presión. Para comprobar esto se puede hacer el siguiente experimento: se retira el tapón de una jeringa llena de agua mientras se cubre la punta, entonces disminuye la presión en el interior y el líquido se convierte en gas. Aparecerán burbujas de vapor de agua, haciendo que parezca que el agua está hirviendo. Otro clásico es la tinta invisible para ocultar mensajes. Haciendo un hechizo, Hermoine intenta descubrir un mensaje en el diario de Tom Riddle. Se puede recrear esto utilizando un limón, agua y una bombilla (u otra fuente de calor). El proceso que hace que los plátanos y los aguacates se vuelvan marrones (oxidación) también sirve para crear tinta mágica.
5. El Sombrero Seleccionador
Un sombrero es el encargado de asignar las casas de los estudiantes de Hogwarts. Una forma de trabajar esa magia en clase puede ser a través de la clasificación de tarjetas. Esto puede ayudar a los estudiantes más pequeños a practicar habilidades matemáticas tempranas, como la categorización, el reconocimiento de patrones y la observación (justo lo que hace el sombrero). Con las tarjetas también pueden desarrollar habilidades lingüísticas mientras describen lo que ven. ¿Cómo se puede hacer? Se pueden ordenar las tarjetas sacándolas de un sombrero. Esto se puede lograr con casi cualquier conjunto de objetos que se pueden clasificar (formas y colores, animales o rocas).
Leave a Reply