5 maneras de convertir tu aula en un espacio más inclusivo

Mary Gilreath es una profesora de básica (primaria) que ha hecho todo lo posible por hablar acerca de la identidad de género en su sala de clase, de una forma abierta. La profesora asegura que el tema es un “problema de seguridad y salud mental para los niños”, especialmente para aquellos que por ser de una u otra manera han sido víctimas de acoso escolar. Para estos niños, tener un docente como Mary que sabe cómo ser inclusivo en la sala de clase, puede marcar la diferencia, sin embargo, no muchos tienen las herramientas para hacerlo…. Pero es una prioridad, especialmente en un contexto en el que la identidad de género se está empezando a entender de otra manera.

“Cuando los profesores se dan cuenta de que no saben lo que están haciendo, ¿sabes lo vulnerable que se sienten? Es un gran problema. Necesitan apoyo”, dice en NPR Bethy Leonardi, cofundadora de A Queer Endeavor, una iniciativa de la University of Colorado Boulder School of Education. Este proyecto le da herramientas a los docentes para intervenir cuando hay víctimas de un acoso que es provocado por el género. La idea es que ellos aprendan a manejar la situación de la forma más adecuada posible.

Además, la organización ha publicado una lista de consejos para hacer que las aulas sean más inclusivas:

1. Nombre o apodo

Deja que los alumnos se identifiquen en el primer día de clase. Pregúntales cuál es su nombre o apodo preferido. Asegúrate de actualizar la lista de clases y compartirla cuando haya un profesor sustituto.

2. Lenguaje

Evita utilizar un lenguaje para dirigirte a los estudiantes según su género (“damas y caballeros”, “niños y niñas”). En su lugar, utiliza palabras como “científicos”, “lectores”, “atletas”, “escritores”, “artistas”, “eruditos”, etc.

3. Agrupar

Evita agrupar estudiantes por género. Utiliza cumpleaños, preferencias de helados, preferencias de mascotas, entre otras cosas, para hacer los grupos.

5. Ser un aliado

Demuestra que te importan utilizando los nombres o apodos que ellos prefieren, colgando banderas de arcoíris o apoyando distintos movimientos.