Manualidades, juegos o lecturas donde el verano es protagonista, pueden ser grandes ideas para mantener ciertas rutinas y retomar el año escolar sin perder ciertos hábitos.
Han llegado las vacaciones de verano en algunas partes del mundo y con ello puede que el caos se instale en el hogar. En esta época del año los días se alargan, hay más tiempo libre y podemos llegar a desbordarnos. Por ello, es importante que las niñas y niños tengan una rutina a lo largo del día, para que el proceso de volver a las clases, no sea caótico.
En cuanto a las rutinas, se puede optar por ellas pero deben ser más flexibles que durante el curso escolar. Pueden haber ciertas rutinas de horarios acordados entre todos los integrantes del grupo familiar. Esto estimulará su autonomía, independencia y autoestima.
1. Manualidades:
Pintura, lápices, jabones, materiales reciclados e imaginación son algunos de los ingredientes para realizar estas manualidades caseras en las que esta estación es la protagonista. Figuras geométricas y sirenas para darle una segunda vida a los rollos de papel higiénico, originales peces de colores con piedras, abanicos con platos de cartón para combatir el calor.
Además, se trata de ideas que pueden aportar a los contenidos con enfoque sobre el medioambiente o cambio climático que quizá se han desarrollado en algunas materias escolares.
2. Juegos:
De mesa o en el parque, los juegos son una gran oportunidad para socializar con otras personas. No estar encerrados con objetos tecnológicos es uno de los grandes desafíos de estas fechas. Para hacerlo de la forma más lúdica y divertida posible, algunas actividades pueden implicar ejercicios de psicomotricidad o aplicar las matemáticas a las tareas cotidianas.
3. Planes culturales:
Visitar un museo, asistir a un musical o descubrir una exposición son sinónimo de recargar las pilas para el año académico que viene. Las vacaciones y el tiempo libre son un gran espacio para hacer esas cosas que, muchas veces, dejamos de lado a lo largo del año. Este es un plan válido para estudiantes y docentes, como todos los anteriores.
4. Leer novelas donde el verano es protagonista:
Ya sean del género romántico, apocalípticas, policíacas o históricas, estas obras tienen algo en común: mantienen el suspenso y atrapan hasta el final. Aquí les proponemos algunos títulos para aprovechar el verano sin perder el hábito lector, o quizá retomarlo.
- Una mujer inoportuna, Dominick Dunne (2019)
- Que nadie duerma, Juan José Millás (2018)
- El infinito en un junco, Irene Vallejo (2019)
- El libro de los Baltimore, Joél Dicker (2016)
5. Ver peliculas y series en familia:
Esta época se puede aprovechar para comenzar nuevas series, ya sea en busca de entretenimiento, para repasar idiomas o aprender cosas nuevas sobre el mundo, la historia u otros temas. Desde series infantiles, hasta otras que enseñan sobre historia o, incluso, series sobre adolescentes. La oferta de recursos audiovisuales es muy amplia y se trata de una instancia ideal de acompañamiento con cualquier de los contenidos. .
6. Cocinar en familia:
Desde un inicio, este puede ser un panorama entretenido. Ir al mercado en familia, con sus hermanos, padres, abuelos u otros familiares, elegir frutas y verduras, puede ser un gran comienzo de día. Además de propiciar un menú saludable para tus estudiantes, podrán divertirse en la cocina.
Sumando a esto, comprar los ingredientes y pagar les puede ayudar a entender con mayor proximidad cómo funciona el proceso del comercio.
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