7 consejos para enfrentar la mitad del año académico

Desarrollar una estrategia de salud mental es necesario para enfrentar una nueva etapa del año académico, especialmente después de enfrentar más de un año académica en pandemia. El estrés es una parte natural de nuestras vidas y se desencadena constantemente por actividades propias de la vida estudiantil, vida personal o laboral, como por muchos otros casos.

Ante el miedo, preocupación y estrés que puede generar esta nueva etapa en muchas personas, les dejamos 7 consejos que podrían ayudar a aliviar el estrés y cuidar del bienestar psicológico, tanto de docentes como estudiantes.

1. Establecer prioridades:

Se debe evaluar qué actividades deben ser hechas en primer lugar. Para esto, es muy útil hacer un calendario para ver fechas de entrega, plazos y extensión de cada trabajo.

De esta forma, se podrá dar el tiempo correcto a cada actividad y evitar estar con tiempos acotados. Además, tener un horario claro siempre dejará más tiempos libres y podrá disminuir el estrés.

2. Pedir ayuda con tareas difíciles:

Cuando las tareas son muchas y de gran complejidad, es difícil poner un freno y pedir ayuda. Por eso, es fundamental intentar prevenir el estrés que puede provocar el no poder hacer todo.

Algunas tareas, al juntarse con otras, como trabajo en el hogar, trabajos manuales, entre otras, pueden ser desencadenantes de estrés. La pandemia ha implicado un elevado gasto emocional, no es necesario pretender que podemos hacer todo solos/as. Es válido pedir ayuda a otros compañeros de trabajo, amigos o familiares.

3. Tomar un descanso de redes sociales:

El uso excesivo de las redes sociales puede afectar el sueño, la autoestima y las relaciones personales, tanto de docentes como estudiantes. Este punto se presenta como oportunidad para retomar el control de nuestro cansancio, porque en ocasiones ir a redes sociales como Instagram puede ser una distracción instantánea, pero también un generador de inquietudes.

Alejarse del teléfono o eliminar temporalmente las aplicaciones puede ser de gran ayuda, para tener ese constante bombardeo de información.

4. Reconocer los sentimientos:

Está bien darse un tiempo para expresar los sentimientos, no se puede forzar el estar siempre bien y en una forma productiva. Bajo esta lógica, se recomienda pensar que no todas las actividades tienen que resultar perfectas ni iguales a la anterior.

A medida que te enfrentes a nuevos desafíos, intenta dar lo mejor de ti; incorpora nuevas metodologías en tus clases o en los estudios siempre y cuando esté en equilibrio con tu estabilidad emocional.

5. Meditar:

Prestar atención a la respiración es clave cuando docentes o estudiantes se sienten ansiosos o abrumados. A lo largo del día, en lugar de respirar lento y profundo, las respiraciones son rápidas y superficiales, lo que solo perpetúa el ciclo de estrés en el cuerpo.

Aunque pueda sonar simple, encontrar una manera de concentrarse en la respiración es una de las formas más fáciles y efectivas para lidiar con el estrés del momento. Por eso, tantos docentes han incorporado el mindfulness en sus salas de clases.

6. No dejar de lado los hábitos saludables:

Salir a caminar, hacer ejercicio, tomar agua y comer de forma saludable, puede afectar positivamente la rutina escolar a largo plazo. En lugar de simplemente aguantar hasta que termine el año, se deben considerar alternativas saludables que ayuden a pasar los momentos difíciles y siempre considerar las pausar como un rutina importante.

7. Encontrar tiempo para ti:

Antes de querer conectar con otros colegas, compañeros de clase o amigos, se debe estar bien personalmente. Para lograrlo, es necesario tener tiempo a solas y descubrir qué nos gusta hacer o a qué queremos dedicar el tiempo libre.

Tener un pasatiempo y dedicarle tiempo en el día, es una gran forma de recompensar el esfuerzo diario que se pone en las clase. Además, proporcionará la alegría y bienestar necesarios para enfrentarse a un segundo semestre educativo.