Antes de llevar a la sala de clase la metodología de Aprendizaje Basado de en Proyectos (ABP), Andrew Miller sugiere probar una “rebanada” de esta. ¿Cómo hacerlo? Descúbrelo en la siguiente nota.
El Aprendizaje Basado en Proyectos es una metodología innovadora que cada vez más escuelas y docentes alrededor del mundo se atreven utilizar para enseñar de una manera diferente. Andrew Miller, profesor norteamericano, sugiere que antes de implementar un proyecto de estas características, es ideal probarlo. Hacerlo, garantiza algunos beneficios como por ejemplo, aprender sobre los desafíos que los estudiantes enfrentarán y aplicar dichos aprendizajes en la planeación del proyecto. “Serás capaz de perfeccionar la evaluación porque sabrás lo que se ha aprendido y presentado en éste”, asegura el profesor.
Además es importante hacerlo para construir confianza con los estudiantes. Un vez probado, podrás compartir con ellos lo que aprendiste, dar pistas e incluso advertencias. Pero, ¿cómo probar proyectos que toman muchas horas cuando no se tiene poco tiempo extra disponible?
Una “rebanada del proyecto”
Si un proyecto completo es una pizza, un rebanada es simplemente una fracción o porción de ésta con todos los elementos del proyecto completo pero en formato reducido. Este tipo de pruebas pueden desarrollarse en grupo de profesores a lo largo de un día, de una fracción de día o un poco más, dependiendo de la disponibilidad.
Muchas escuelas y organizaciones alrededor del mundo han hecho estas rebanadas de proyectos y por su parte, Miller ha participado en el PBL World, una conferencia global que gira entorno a la metodología ABP, donde facilita ejemplos de estas fracciones de proyecto. Entonces ¿qué sugiere él para llevar a cabo esta metodología antes de aplicarla en clase?
1. Escoger un desafío auténtico
Esta pruebas deberían estar enfocadas en hechos reales o relevantes. No tiene que ser algo muy complejo como el cambio climático o la escasez de la comida. Las opciones pueden estar relacionados con desafíos de la comunidad educativa o un asunto local que se conecte de alguna manera con un hecho nacional o global.
2. Definir las habilidades y el contenido que se aprenderá
El proyecto no sólo debe ser auténtico, sino que debe estar conectado con objetivos claros y específicos. Tienes que escoger estándares y habilidades que se relacionen. Parece absurdo que un profesor desarrolle la fracción de un proyecto alineado con estándares de aprendizaje para niños o jóvenes, pero esto les permitirá experimentar el proyecto con una conexión clara con respecto a los contenidos y las habilidades que se quieren desarrollar.
3. El lanzamiento del proyecto
En todos los ABP, dice el profesor, se hace uso de algún material para dar inicio al proyecto para abrir un espacio de preguntas para los estudiantes. Por eso, él sugiere el uso de un video o charla con un orador invitado para dar inicio a esta porción del proyecto.
4. La audiencia
En la metodología ABP los alumnos tienen un audiencia frente a la cual presentan sus proyectos. Pero muchas veces, conseguir esa audiencia no es tan simple. El profesor sugiere entonces invitar a parientes y miembros de la comunidad educativa con anticipación, incluso antes de hacer esta “rebanada de proyecto”.
5. La instrucción directa
Este profesor dice que es muy poderoso cuando los profesores tienen la oportunidad de experienciar la instrucción directa en estas fracciones de proyecto. De esta forma pueden notar cómo encajan éstas. Para esto se pueden hacer actividades de andamiaje como lecturas, investigación, rompecabezas, entre otras.
6. Retroalimentación
Es fundamental abrir un espacio para la reflexión y la retroalimentación para así poder reflejar esto en el proyecto completo con los alumnos. La retroalimentación se puede hacer en conversaciones o escritos. Todos los participantes de esta “rebanada” tendrán que criticar de forma constructiva el modelo.
Miller resalta la importancia de poner atención al papel del estudiante. Es decir, en este proyecto de prueba, el profesor debe tener una mirada crítica pero al mismo tiempo debe actuar como alumno, más que como profesor. El objetivo es plantearse preguntas como cuáles son los desafíos, qué fue lo más emocionante, qué se aprendió y qué se quiere aprender después. Sólo de esta forma se podrá reflejar la experiencia cuando los alumnos empiecen su propio proyecto.
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