“Cuando uno de nuestros maestros le dijo a sus alumnos que estábamos aprendiendo unos de otros, uno de ellos respondió: ‘¡Eso es genial!’.
La iniciativa se llama “Aulas abiertas” y la utilizan en la escuela Northern Valley en New Jersey como un instrumento de mejora docente. Muchos profesores de esta escuela creían que tener un par de ojos extra en sus clases era un gran beneficio para mejorar o conocer nuevas herramientas y técnicas. Además sabían que recibir comentarios honestos, no evaluativos y sobre todo, apoyo de otros profesores, podía ser un excelente instrumento de retroalimentación.
“La observación entre pares puede disminuir las aprensiones de los docentes frente a la instancia de evaluación, además de ser una instancia para observar prácticas que pueden servir de insumo para mejorar las propias”. (Acompañamiento de los procesos de enseñanza y aprendizaje a través de la observación y la retroalimentación, Liderazgo Escolar, Mineduc). Bajo esa mirada, abrieron las puertas de sus salas de clase y de esta forma han permitido que los profesores participen de otras clases observando e incluso aportando de forma colaborativa y enriquecedora. ¿Qué han descubierto con esto? Lo primero es que las visitas de otros profesores son energizantes y lo segundo, es que no solo aprenden de sus colegas, también aprenden de los estudiantes.
En Edutopia, Jeff Krapels, un profesor de esta escuela, cuenta cómo se implementó la iniciativa.
Caras felices: en otras escuelas estadounidenses, se utilizan señales para indicar que determinadas salas están abierta para los visitantes. Inspirados en esto, ellos utilizaron una cara feliz con el pulgar hacia arriba para invitar a otros a observar y ser parte de la clase. El objetivo principal era lograr que todo se diera de una forma más natural y que las personas que quisieran visitar la clase, lo hicieran con gusto. El éxito fue rotundo.
Algunos profesores tuvieron la idea de gestionar visitas de docentes más nuevos y hacerlo, permitió que ellos se acercaran a las aulas de los más veteranos. Esta iniciativa demostró que sin importar la experiencia, siempre hay nuevos trucos por aprender.
Normas: después del éxito contundente, se establecieron normas claras para las visitas. Acordaron que podían ser cortas, de solo unos minutos. Se llegó a esto porque el objetivo era fomentar un ambiente informal donde las personas se sintieran cómodas pasando por las clase. También se definió que estaba bien quitar la cara feliz cuando la clase no estuviera abierta. Era una fórmula informal que permitió que el proceso de desarrollo profesional fuera mucho más auténtico. Los profesores podían visitar aulas y después continuar con otras labores como las calificaciones. Fue clave establecer reuniones mensuales para analizar cómo estaba funcionando “Aulas abiertas” y compartir lo mejor de esas experiencias.
Los resultados de esa primera experiencia
Después del primer año, se llegó a la conclusión de que las visitas se redujeron al final del año escolar y el receso de verano hizo que fuera difícil empezar de nuevo. Dichas conclusiones permitieron crear algo que se llamó Open Classroom Wednesday, lo cual permitió darle estructura a la iniciativa. Esa idea motivó una vez más a la comunidad a visitar las aulas de sus colegas, así como a abrir las suyas, solo que esta vez había un día específico para hacerlo. Para la ejecución de Open Classroom Wednesday, Krapels cuenta que se realizaron varias cosas como compartir listas de las aulas abiertas, promocionar la actividad por correo, redes sociales y por supuesto compartir las normas y objetivos principales de esta actividad: observaciones breves y no evaluativas con el fin de ver las cosas positivas que suceden en las aulas e interactuar con los estudiantes.
Lo mejor de “Aulas abiertas”
Además del entusiasmos de los docentes, algo relevante en iniciativas como esta es el impacto que genera en los estudiantes, quienes también se sienten intrigados por la iniciativa. “Cuando uno de nuestros maestros le dijo a sus alumnos que estábamos aprendiendo unos de otros, uno de ellos respondió: ‘¡Eso es genial!’. Un alumno le dijo a otra maestra: ‘Ojalá pudiéramos hacer eso’”, cuenta el docente en Edutopia. ¿Qué significa esto? Que además de ser una herramienta de mejora profesional, abrir las salas de clase permite tener una visión de cómo están aprendiendo los estudiantes y modelar comportamientos de aprendizaje reflexivos y responsables.
Acompañamiento de los procesos de enseñanza y aprendizaje a través de la observación y la retroalimentación, Liderazgo Escolar, Mineduc
Acompañamiento de los procesos de enseñanza y aprendizaje a través de la observación y la retroalimentación, Liderazgo Escolar, Mineduc/ Easy, Informal Professional Development
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