¿Cómo modificar el curso de la historia para enseñar nuevos conocimientos? El profesor Antonio César Moreno lo hace utilizando un método llamado “historia contrafactual”.
Niall Ferguson es un historiador, escritor y profesor británico que, entre muchas otras cosas, se ha encargado de promover algo llamado “historia alternativa” o “historia contrafactual”, es decir, el resultado de un ejercicio que consiste en dilucidar un hecho histórico hipotético, respondiendo a la pregunta “qué hubiera pasado si… ”. Basado en esto, el profesor español Antonio César Moreno cuenta cómo él utiliza este método en la sala de clase para enseñar historia a sus estudiantes dándole un enfoque diferente, y ofreciéndoles la oportunidad de poner en práctica los conocimientos adquiridos.
¿Cómo aplicar este método?
Ferguson no pretende que el historiador se convierta en novelista, de hecho, resalta la importancia de crear escenarios alternos que en su momento pudieron llegar a ocurrir. De esta forma se somete a prueba una hipótesis histórica para medir lo ocurrido. En ese sentido, dice Antonio, se debe plantear un punto de partida creíble y conciso ligado a un hecho histórico relevante, interesante y plausible.
“Tiene que haber una lógica, no puedes decir: ‘y si Colón no hubiera llegado a América y hubiera llegado a la Luna’… No, debe ser una pregunta real, que tenga una base histórica real”, dice Antonio.
El profesor, en este caso, es el encargado de darle a los estudiantes un punto de partida histórico y crear grupos. Después los estudiantes deben investigar y continuar la historia “alternativa” en presentaciones creadas (en la medida de lo posible) en formatos digitales.
¿Algunos ejemplos? ¿Qué hubiera pasado…
… si no hubieran atacado las Torres Gemelas?
… si Hitler le hubiera ganado a la URSS?
… si Alejandro Magno no hubiera muerto tan joven?
… si no hubieran asesinado a Julio César?
¿Por qué enseñar historia desde la “historia alternativa”?
Desde el punto de vista de este educador, la primera ventaja de hacerlo es motivar a los estudiantes combinando la historia real con un ejercicio divertido de especulación. Lo segundo es que permite profundizar en temas muy concretos, fomentar el trabajo en equipo, y además se puede aplicar en cualquier materia (lenguaje, arte, matemáticas…). Otro beneficio es que hay un trabajo previo importante en el cual los estudiantes trabajan su capacidad de síntesis y sus métodos de organización para más adelante entregar un proyecto donde se evidencia un proceso creativo. Y ¿qué puede evaluar el profesor con este ejercicio? Claridad, síntesis, originalidad, investigación y precisión histórica.
¿Cambiarías el rumbo de la historia para enseñarle nuevos conocimientos a tus estudiantes?
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