Una idea perfecta para explorar, descubrir y disfrutar la matemática en contextos alejados de la sala de clase.
¿Cómo entusiasmar a los estudiantes con la matemática?, ¿cómo lograr que los estudiantes aprendan de una manera diferente?, ¿cómo lograr que descubran la belleza que hay detrás de esta ciencia exacta? La profesora de matemática, Alessandra King, tiene una propuesta interesante y que relato a Edutopia. Se trata de un “sendero de matemática”, una actividad que permite a los estudiantes salir de la sala de clase para re descubrir la asignatura en el exterior.
Fuera del aula
No importa si es un viaje o una salida al patio del colegio, lo importante es que los estudiantes puedan salir del aula y resolver o crear problemas con los objetos y paisajes que observan. Nombrar formas, calcular áreas y volúmenes, reconocer propiedades, simetría y utilizar los números para estimar grandes cantidades, son sólo algunas de las cosas que se pueden hacer con una salida.
Según señala Alessandra en Edutopia, esta estrategia estimula el entusiasmo, pero además, es particularmente útil cuando la matemática se pone un poco más abstracta. Esto no significa que el sendero de matemáticas no sirva en todos los niveles, sino al contrario; la actividad es aplicable en todos los niveles y en todos los estilos de aprendizaje. Lo único que cambia son los objetivos o el contenido general que se puede abordar. Pero lo mejor de todo es que puedes implementar la actividad en cualquier lugar, por ejemplo, un mall, la calle, los parques, los museos, entre muchos otros espacios.
Un ejemplo concreto
En la escuela de Alessandra, la actividad fue todo un éxito. Así se realizó: todos los estudiantes de un mismo nivel educativo hicieron parte de la actividad. En la primera etapa, definieron rutas y lugares que tendrían que visitar en Washington D.C. Algunos estudiantes escogieron estructuras geométricas como el East Building of the National Gallery of Art con el cual podrían medir cosas como el volumen. Otros estudiantes optaron por resolver otro tipo de problemas como definir la ruta más corta de un lugar a otro. Muchos también prefirieron estimar cuántas personas visitaba el Air and Space Museums en un día.
Además de definir lugares y actividades, los alumnos tomaban fotos y al llegar a la escuela, investigaban la importancia matemática de los símbolos u objetos que habían elegido. También debían escribir o resolver los problemas que planteaban, anotarlos en sus fotos y publicarlos en una especie de mural de anuncios electrónicos o incluso en el mapa de un mall. Para compartir lo que habían aprendido debían ingeniar algo creativo como una canción, un juego, una película, entre otros.
Una estrategia de cooperación
Alessandra afirma que los senderos de matemática funcionan de una forma cooperativa, no competitiva, lo que permite a los estudiantes hacer matemática y hablar de ésta de una forma diferente. Hacer y usar conexiones entre ideas matemáticas, reconocer y aplicarla en contextos fuera de la clase y comunicar el pensamiento matemático a los demás con claridad, son parte de los principios fundamentales de una actividad que naturalmente permite a los alumnos trabajar y aprender de una forma colaborativa, creativa y aterrizada.
Finding the Beauty of Math Outside of Class, Edutopia.
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