Con una botella llena de arroz podrás potenciar habilidades como la atención, la expresión oral y el lenguaje escrito. Así lo logró Olympia de la Iglesia, la profesora que diseñó este sencillo proyecto en España.
Olympia de la Iglesia es profesora de Educación Infantil en la escuela Sant Jordi en Tarragona, España. Allí, una de sus principales misiones ha sido estructurar las bases del aprendizaje de la lectoescritura y por eso, recientemente diseñó una actividad para cumplir dicho objetivo con sus estudiantes de 4 y 5 años. El proyecto se llamó Misterios en una botella y se centró en el trabajo colaborativo a través de la resolución de un reto y del desarrollo de varios procesos como la percepción, la atención visual , el pensamiento, la motivación y por supuesto, el lenguaje oral y escrito.
¿Cómo funcionó la actividad?
Entre una botella llena de arroz o cous-cous, los niños debían encontrar diversos objetos que la profesora introdujo de forma previa. En una fotografía donde aparecían los objetos, los niños marcaban con stickers, aquellos que iban encontrando. Cuando los descubrieron todos, escribieron los nombres de cada uno de éstos en una ficha. En el proceso podían recibir ayuda de sus compañeros y al terminar se debían corregir posibles errores con la ayuda de una ficha de autocorrección.
Antes de empezar…
Para realizar el proyecto es indispensable crear antes, cierta expectativa y motivar a los estudiantes. Además, Olympia menciona en Educación 3.0, que resulta clave fomentar un espacio positivo, crear ambiente de grupo, participación y colaboración. Una vez logrado este objetivo se puede avanzar en la creación de grupos de cuatro estudiantes.
Luego viene la explicación
Quien lidera la actividad, debe explicar en qué consiste el ejercicio y sobre todo, es indispensable que deje claro cuáles son los roles que tendrán que cumplir ellos. Esto es importante porque a lo largo de la dinámica, los roles van cambiando. ¿Cuáles son estos?
1. Ojeador
Este estudiante se encarga de buscar objetos dentro de la botella. En este procesos se trabajan procesos o habilidades como la atención, la percepción visual, la comunicación y el lenguaje.
2. Localizador
El niño o niña que haga esto, debe localizar un objeto concreto que le pedirá el ojeador según la foto que contiene todo los objetos. Este estudiante también debe informarle a el “señor de las pegatinas” (otro de los roles), dónde se encuentran los objetos. En este rol también se desarrollan habilidades como la atención y la percepción visual, pero además entra en juego la orientación espacial, la comprensión y la expresión oral.
3. Señor/a de las pegatinas
En este rol, los niños tendrán que poner los stickers o pegatinas sobre el objeto en la ficha de trabajo que contiene las imágenes de dichos objetos. En este rol se trabaja la comprensión del lenguaje oral, la atención, la percepción visual y posteriormente la expresión oral.
4. Escribano
Este estudiante tendrá que escribir el nombre del objeto encontrado en la ficha. Luego de escuchar los nombres que deben ser escritos, se fomentan los procesos cognitivos relacionados con la escritura.
5. El rol del profesor
El docente en esta actividad es un mediador, un guía y debe pasar por los grupos para ayudarles a resolver dudas puntuales. Además, a lo largo de la actividad tiene que reasignar roles, pues de esta forma, todos tienen la posibilidad de hacer todo. Y sobre todo, debe motivarlos, ayudarlos y orientarlos para que solucionen de la mejor forma, posibles conflictos.
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