Como Educadora Infantil e instructora certificada de Crossfit L1 y de Crossfit Kids, estoy muy consciente de la importancia del movimiento. Por eso, así logré que mis estudiantes se movieran a pesar de las pantallas.
Pantallas, pantallas y más pantallas, el horror de nuestra nueva realidad. Niños agotados del formato, niños sentados muchas horas al día, niños con necesidad de movimiento y exploración. ¡Ánimo, profes! Aquí les voy a compartir mi experiencia para combatirlo.
Comencemos por aceptar que pasar de las clases presenciales al modo en línea no ha sido fácil para nadie. Para los profesores y para los alumnos fue un proceso largo de adaptación y adecuación, y vernos las caras a la distancia fue duro. Tras un año de pantallas, nuestros alumnos ya no quieren más.
Antes de la pandemia, yo trabajaba en 5 box (gimnasios) de Crossfit como instructora de Crossfit Kids. Mis alumnos tenían cajones sobre los cuales podían saltar, tenían barras donde colgarse, colchonetas para trabajar en el suelo, espacio para correr, pesos para desafiarse, y principalmente, libertad de movimiento. De pronto, todo se vio reducido a un escritorio y una pantalla.
Me cuestioné si sería factible transformar mis clases a formato virtual
Tuve la dicha, de que fueron los mismos apoderados quienes comenzaron a manifestarme la necesidad de movimiento de sus hijos. Comentaban acerca de una energía desbordada que no lograban canalizar, y que esta falta de actividad física se estaba manifestando con irritabilidad, cambios de actitud, baja concentración, desajustes en los horarios de sueño, y en algunos casos, un preocupante aumento de peso, coincidente con el alza de los índices de obesidad infantil.
Es sabido que la activación de los neurotransmisores que provoca el ejercicio mejora la capacidad de concentración, la memoria, aumenta la capacidad de aprendizaje, regula el stress y nos hace más felices, pero eso los niños lo estaban perdiendo con las clases en línea. Ante esto, no dudé en retomar mis entrenamientos, y busqué la forma de realizar todos los ajustes necesarios para ganarle al agotamiento por el uso de pantallas.
Les comparto algunas ideas para ganarle al sedentarismo:
- Factor sorpresa:
Sabemos que los pequeños aman nuestras locuras, entonces vamos a apuntar a lo inesperado en cada clase, a buscar estrategias que salgan de lo común y que “descoloquen” a nuestros alumnos. Cualquier acción sorpresiva que tomes y que los obligue a realizar un cambio rápido de actividad, moverse, elevar pulsaciones, agitar su respiración, hará que retomen su tarea con energía renovada y mayor atención. Además, estarán más motivados en las siguientes clases, expectantes de descubrir qué nueva locura haremos.
- Desafíos de 1 minuto:
Podemos crear una lista de actividades motoras que se puedan realizar en 1 minuto y que no requieran mayor explicación. La idea es que puedas utilizarlas en cualquier momento de la clase para realizar un quiebre cuando veas que están muy fatigados o desconcentrados. Te doy algunos ejemplos:
Comienza con “¡Atención, desafío de 1 minuto!”, seguido de:
- “Tienes 30 segundos para correr a buscar algo azul y mostrarlo en cámara. Desde ahora ¡ya!.” (Cumplido el tiempo tienen 30 segundos para ir a guardarlo y volver).
- “¡Todos de pie! Vas a lanzar y atrapar un cojín todas las veces que puedas en 1 minuto. Debes contar cada atrapada. ¡Comenzamos!”
- “¡Pausa! Deja el libro en el suelo, ¡sí, en el suelo! Debes saltar a pie junto pasando sobre el libro de un lado a otro SIN PISARLO. La meta son 30 saltos y tienes 1 minuto para lograrlo. 3, 2, 1 ¡ya!”
- “Veremos quien está muy atento, cuando yo diga 1 (uno) vas a saltar, y cuando yo diga 2 (dos) te sientas en el suelo. Comenzamos todos de pie. ¿Listos? 1 – 1 – 2 – 1 – 2 – 1 – 2 - 2…”
- Ser parte de:
La actividad física no solo es una necesidad de los niños, sino también de nosotros como docentes, que pasamos largas horas sentados frente a la pantalla, cuando antes no parábamos en todo el día corriendo de un lado a otro.
Si participamos de los desafíos junto a nuestros estudiantes y los realizamos con ellos, no sólo veremos la respuesta de nuestro organismo, sino que generaremos además un momento de conexión con nuestros alumnos. Podemos comparar nuestro rendimiento con ellos y les aseguro que más de alguna carcajada tendremos, que nos hará olvidar por un minuto el stress al que estamos sometidos.
- Palabras clave
Puedes asignar palabras clave al inicio de cada clase, inventadas por ti o en colaboración con los niños. Determinarán cuál será la consigna a realizar con cada una de ellas, por ejemplo, cada vez que digas “Abracadabra” durante la clase, tienen que dar 5 saltos, agacharse y pararse rápidamente, y continuar como si nada hubiese pasado. Lo entretenido es que puedes usarlas en cualquier momento y todas las veces que quieras, para sorprenderlos cuando menos lo esperen.
- Elementos
Puedes recurrir a la utilización de elementos significativos para ellos, ya sean los materiales que utilizas en tus clases habituales, o bien su muñeco favorito o quizás el cojín de su cama. Cosas tan simples como realizar la clase equilibrando un cojín sobre su cabeza los ayudará a mantener una buena postura y mejorar su concentración.
La neurociencia nos ha enseñado que el realizar deporte y actividad física, no solo trae beneficios físicos sino también psicológicos, y con mayor impacto en los primeros años. ¿No queremos eso para nuestros estudiantes?, ¿y qué tal para nosotros también? ¡Seamos parte del cambio!
Constanza Bernal Navia es Educadora Infantil e instructora certificada de Crossfit L1 y de Crossfit Kids. Participó de la campaña “Un nuevo futuro” de Elige Educar en 2016. Hace 2 años dejó las aulas para dedicarse por completo al desarrollo de los entrenamientos para niños, y ahora cumple 1 año con su programa de Crossfit Kids online.
Pueden conocer su trabajo en Instagram @conybernaln y organizar una actividad para su curso, gratis.
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