A través de un producto innovador, dos diseñadores le dieron un nuevo significado a los colores y replantearon los procesos de aprendizaje a los que se enfrenta un niño cuando explora el mundo de los colores. Una idea simple, llamativa, novedosa y sobre todo, aplicable en la sala de clases.
Los diseñadores japoneses Ima Moteki (Yusuke Imai y Ayami Moteki), crearon un producto innovador que rompe los estereotipos con respecto a algunos métodos tradicionales de enseñanza. Se trata de un conjunto de pinturas llamadas Nameless Paints las cuales reformulan por completo la idea de aprender los colores a través de los nombres que todos conocemos, como el amarillo, el rojo, el azul y el verde… Básicamente, lo que hicieron los creativos fue eliminar los nombres de las etiquetas y crear “ecuaciones” basadas en los colores primarios.
¿Cómo funcionan?
Cada tubo tiene uno o más círculos de color; algunos son más grandes y otros son más pequeños, la idea es indicar al niño la cantidad de color que se utilizó para crear el color que se encuentra al interior del tubo. Pero no solo indican cantidades, estas ecuaciones son una aproximación a la teoría del color; los niños no sólo aprenden de cantidades sino cómo y qué deben mezclar para obtener nuevas tonalidades.
“Al no asignar nombres a los colores queremos ampliar la definición de lo que un color puede ser y los distintos tonos que se pueden crear al mezclarlos”, dijeron los diseñadores.
De esta forma, los colores no adquieren significados como “verde hoja” o “azul cielo”. De hecho estos conceptos se eliminan por completo, lo que permite a los niños crear nuevos colores, asignar sus propios nombres y explorar la creatividad de una forma única. Un árbol para un niño que se enfrenta a estas pinturas, puede dejar de ser verde, un cielo puede dejar de ser azul y un sol puede dejar de ser amarillo. Las Nameless Paints ganaron un importante premio de diseño en Japón llamado Kokuyo Design Awards, premio que resaltó el valor de un producto que le da un nuevo significado al color y reinventa los procesos de aprendizaje.
La idea en clase
Este proyecto es sin duda ingenioso, pero sobre todo simple (en el buen sentido de la palabra). Esto significa que no es necesario comprar el producto para probar el novedoso método de enseñanza. Cualquier profesor podría implementar la idea en la sala de clase, con el solo hecho de tapar la etiqueta de una pintura, analizar los resultado y compartir la experiencia. Es una idea que invita a los niños a aprender de una forma distinta y transforma los procesos creativos que surgen cuando ellos exploran el mundo del color. Tenemos una gran necesidad hoy: apuntar a la aplicación de proyectos que rompan los parámetros a favor de la educación, e ideas como estas, pueden ser un importante punto de partida.
Y tú, ¿lo intentarias con tus alumnos?
Bored Panda
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