Laura Vela es la segunda mejor docente en la categoría Infantil de los “Premios EDUCA. Mejor Docente de España”. Hablamos con ella, quien además de contarnos todo sobre el premio, nos habló de su destacada labor en las aulas.
Eran más de 2.000 profesores participando en los Premios EDUCA ABANCA 2018. Mejor Docente de España. Entre ellos se encontraba Laura Vela, una educadora infantil de Málaga quien por segundo año consecutivo fue elegida por las familias de sus estudiantes para participar en la categoría de Infantil. Como su nombre lo indica, este premio busca reconocer el trabajo de docentes destacados de todo el país en cinco etapas: Infantil, Primaria, Secundaria, Universidad y Formación Profesional.
Educa, la organización que gestiona el galardón, facilita un link donde estudiantes y familias en todas las categorías, proponen o postulan a sus profesores preferidos, contestando una serie de preguntas en un plazo determinado. La organización, en función de esto, hace una selección de 380 nominados; ellos, a su vez, deben llenar un formulario que posteriormente es evaluado por un comité de expertos profesionales (todos docentes de distintos centros educativos de España). Finalmente, el comité elige a 10 finalistas de cada etapa o nivel educativo.
Laura Vela no sólo estuvo dentro de los 2.000, también clasificó en la lista de 380 nominados y finalmente llegó a ser una de las 10 finalistas del premio.
El 10 de enero se publicó la lista con los ganadores y el ranking de los mejores. Y ahí estaba ella, en el segundo puesto de su categoría. “No creía que fuera posible. Fue una final muy reñida porque la ganadora tenía sólo unos puntos por encima mío y yo tenía sólo algunos puntos por encima de la tercera finalista. Había grandes profesionales en ese listado”, cuenta Laura.
El primer criterio de selección del comité es la opinión de las familias y estudiantes que eligen o proponen a los candidatos. Más adelante, ellos establecen varias dimensiones, por ejemplo: las actividades innovadoras, la presencia de los docentes en redes sociales y plataformas, su rol en actividades solidarias, su participación en investigaciones, entre otras variantes.
La evaluación que obtuvo Laura fue notable, lo que le permitió llegar tan lejos en un premio que como dice ella “visibilizan la labor docente y fomentan que se hable de educación en positivo”. Además, el premio abre la puerta al reconocimiento de profesores que trabajan en la primera infancia, una etapa crucial en la vida de una persona. En ese sentido, el logro de Laura, es logro de muchos otros que como ella, dedican su vida a marcar la vida de los más pequeños.
La educadora asegura que “este premio pone en alza la primera etapa de la infancia” y está convencida de que si bien fue elegida, no es una de las mejores.
Según Laura hay muchísimos docentes extraordinarios en España, docentes que como ella, hacen una gran labor en sus aulas y no son reconocidos porque quizás ni siquiera han tenido la oportunidad de conocer este premio. Ella, en particular, es hoy una destacada profesora por su dedicación, por su constante formación, por su pasión por la infancia, su creatividad y sus proyectos innovadores.
“Son muchos momentos los que se viven en un centro educativo. Hay mucho esfuerzo, sacrificio y a veces incluso se renuncia a cosas. Yo, sobre todo, tengo una implicación máxima en mi trabajo”, explica la profesora. “Termino mi jornada laboral y sigo buscando, creando. Es un orgullo, entonces, ser reconocida, y no encuentro las palabras exactas. Sólo sé que siento algo muy grande”.
Pero aunque no se cataloga como una de las mejores, sabe muy bien cuáles son las cualidades de un buen profesor.
Para Laura, un gran docente es empático con sus alumnos y es un maestro con corazón. También es una persona que está en constante formación y que se relaciona con otros docentes para compartir ideas, proyectos. Pero sobre todo, para ella, es aquel que entra todos los días al aula con emoción y motivación. Y ese justamente es su sello en la sala de clase. “En mi aula no puede faltar emoción, sorpresa, expectación, risas y aprendizajes. Lo digo en ese orden porque pienso que al entrar en el aula me emociono, al emocionarme sorprendo a mis alumnos, al sorprenderlos generó más expectación y eso termina en risas y sonrisas que generan los aprendizajes que yo estaba buscando. Y, por supuesto, tampoco puede faltar la creatividad”.
Laura tiene una marca registrada a la hora de enseñar, una habilidad notable a la hora de dirigir el centro educativo que lidera y además, un talento innato que inspira a muchos y seguirá inspirando a otros.
Ahora, al igual que los otros finalistas del premio, la profesora tuvo la oportunidad de escribir un capítulo biográfico para el libro 50 Historias de Éxito Docente, una obra preciosa que como dice Laura, contiene un “pedacito” de ella. En el capítulo, ella hace un recorrido desde su infancia, pasando por su adolescencia, hasta llegar a su profesión y su experiencia en el ámbito educativo. “Es un libro que puede ser muy inspirador para docentes y quizá para futuros docentes”, comenta. Y sin duda lo será, pues recopila la vida y el trabajo de muchos profesores que, como Laura, han llegado lejos por entregar el corazón en el aula, marcar una diferencia y llevar la pasión por lo que hacen más allá de la escuela.
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