Las cigüeñas de esta historia tienen una misión especial: llevar a la Tierra a todos los seres vivos que acaban de nacer. Los bebés, algunos humanos y otros animales, son fabricados por las nubes. Desde esta fábrica de bebés en el cielo, las cigüeñas vuelan para entregarlos a sus familias. Las nubes que fabrican seres recién nacidos son blancas, tiernas y en general tienen el talento innato de dar vida a tiernas criaturas.

Sin embargo, una de ellas no es como las demás.

Su nombre es Gus, su color es algo gris y los bebés que nacen de sus nubladas manos, tienen cualidades muy particulares: algunos muerden (los cocodrilos) y pinchan (erizos), otros incluso pasan corriente (anguilas). Para la cigüeña que trabaja junto a Gus, esto representa un desafío, pues a menudo, transportar estos bebés de animales salvajes implica sufrir dolor y perder muchas plumas en el camino.

Un día, antes de recibir a un bebé tiburón, la cigüeña –aterrorizada–, se aleja de Gus…

Entonces, vuela hacia otra nube que siempre fabrica cachorros, pollitos y otros animales que no infligen daño alguno. Gus llora desconsolado, pues su compañera cigüeña lo ha dejado. Pero esa no es la verdadera intención de la cigüeña; la única razón por la cual se aleja, es porque quiere conseguir un traje especial para poder transportar con seguridad a los animales peligrosos que le entrega su amiga gris.

Son infinitas las lecciones que nacen de esta historia protagonizada por Gus y la cigüeña.

La más obvia de éstas tienen que ver con el trabajo en equipo, los desafíos de hacerlo y los beneficios de lograr un buena comunicación entre las partes. De la mano con esto está la creatividad y la posibilidad de pensar en estrategias que permitan potenciar el trabajo en equipo. Esto se hace evidente cuando la cigüeña, en lugar de rendirse por las dificultades, idea la manera de facilitar el trabajo. Además de esto el corto presenta otros elementos asociados a la formación de valores; por ejemplo la importancia de no juzgar por las apariencias o acciones y la relevancia de aceptar las diferencias.

Incluso se destacan elementos del manejo de emociones y habilidades como la resiliencia.

Todos estos puntos pueden analizarse a lo largo de la historia. Por ejemplo, cuando Gus piensa que la cigüeña lo está abandonando, aunque en realidad no lo está haciendo y no logra controlar su tristeza; o cuando la cigüeña, pese a los traumas de las heridas causadas por los bebés animales, sigue adelante y no se rinde. Hasta la apariencia de la nube gris puede ser un punto interesante para trabajar.

La particular misión de esta nube y la cigüeña se convierte, entonces, en una oportunidad perfecta para hablar de todos estos temas con niños y jóvenes. No es una historia nueva, pero esta propuesta animada de Pixar sigue vigente como herramienta pedagógica.