Además de estos clásicos, las escuela retiró 200 cuentos que no responden a la necesidad de educar a niños y niñas bajo un principio de igualdad.
En el marco de un proyecto llamado Biblioteca y Género, el colegio público Táber de Barcelona decidió retirar 200 cuentos infantiles de su biblioteca. Entre esos, historias clásicas como Caperucita Roja y La Bella Durmiente. ¿Las razones? Según explicó el colegio en una entrevista con el diario El Mundo de España, los 200 libros que fueron retirados de la colección no responden a la necesidad de educar en igualdad, por el contrario, representan historias enmarcadas en los clásicos estereotipos de género. Según se informó en este mismo reportaje, sólo el 11% de los libros de la escuela no cae en estos estereotipos y ofrecen diversidad en sus historias.
En ese sentido, para el colegio, cuentos como Caperucita Roja y La Bella Durmiente son tóxicos y fomentan unos valores de género nocivos en niños que están aprendiendo a desarrollar su capacidad crítica, lo que podría desembocar en actitudes violentas o machistas en un futuro.
¿Cómo llegaron a descubrir esto?
El proyecto Biblioteca y Género fue diseñado justamente para analizar de forma exhaustiva qué obras formaban parte de la colección y cuáles de éstas no respondían al objetivo de la escuela. El colegio analizó cada uno de los textos, poniendo el foco en el rol que desempeñan los hombres y las mujeres en las historias, en el protagonismo o papel secundario de cada uno, y en las emociones.
Después de la revisión, el equipo concluyó que la mayoría de los personajes femeninos eran secundarios o desempeñaban labores relacionadas con el hogar, la maternidad o al devoción a su pareja. En cambio, los personajes masculinos eran usualmente protagonistas y representaban actitudes asociadas a la valentía y la fuerza.
El estudio del colegio Táber es pionero, y aunque se enfocó principalmente en los libros de primaria (básica), se pretende realizar en los diferentes niveles escolares.
El objetivo, es el mismo al que apuntan muchas otras escuelas y docentes: fomentar la igualdad de género en todas las etapas de la formación escolar. Lo interesante es que la iniciativa nace de la comunidad educativa, lo que por supuesto, facilita el rol de los docentes que de forma individual están apuntando a cambiar su forma de enseñar, su forma de integrar a todos y cada uno de los estudiantes sin importar su género, en este caso, a través de la literatura.
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