Mejoras en el rendimiento hasta de un 11% y desarrollar un vocabulario emocional son algunos de los beneficios de aprender a gestionar las emociones.
Rafael Bisquerra es licenciado en Pedagogía y Psicología, doctor en Ciencias de la Educación. Actualmente, trabaja en la Universidad de Barcelona y uno de sus principales objetivos es enseñar sobre la educación emocional, junto con sus beneficios en el aprendizaje y su utilidad para prevenir comportamientos violentos de los estudiantes.
En conversación con BBVA, Aprendemos Juntos, un espacio para hablar de educación, explicó: ¿Cuáles son los beneficios de la educación emocional para los estudiantes?
Las investigaciones científicas han aportado evidencias de cómo una educación emocional tiene efectos en desarrollar las competencias sociales y emocionales. Ayuda a tener climas emocionales favorables para la convivencia, al aprendizaje, al bienestar, disminuir los índices de ansiedad, estrés, depresión, comportamiento de riesgos y violencia.
Se ha valorado con investigaciones hechas sobre más de setecientos mil estudiantes las mejoras que la educación emocional tiene en el rendimiento académico.
La educación emocional puede mejorar el rendimiento académico hasta en un 11%
De acuerdo con Rafael, es necesario profundizar la educación emocional en las escuelas y colegios, ya que uno de los principales objetivos es que los estudiantes aprendan a regular sus emociones negativas de forma apropiada.
En las emociones está el miedo, la ansiedad, la angustia, el estrés, la depresión, la tristeza, entre otras. Pero en las emociones está también lo mejor de nuestra vida, porque en las emociones están las alegrías, el amor, la compasión, la solidaridad, el equilibrio, la armonía, etc.
En las emociones está lo mejor y lo peor de nuestra vida
La educación inicial es una de las etapas más importantes para la enseñanza y práctica de la educación emocional. Rafael, señala que incluso debería empezar desde antes del nacimiento, en la familia, y estar presente en la educación infantil y después primaria, secundaria y a lo largo de toda la vida.
En la educación infantil, lo primero que pueden hacer los docentes es ayudar a los niños a, simplemente, empezar a tomar consciencia de sus emociones, desarrollar un primer vocabulario emocional. Desde muy pequeños ellos ya saben qué es miedo o tristeza, pero tienen más dificultad en saber qué es el amor o qué es la felicidad.
A partir del vocabulario emocional los estudiantes podrán tomar consciencia de sus emociones, ya que, todas las emociones tienen un correlato neurofisiológico.
Es necesario enseñar a los niños a desarrollar su primer vocabulario emocional
La regulación emocional no es represión, aclara Rafael. Sin embargo, puede ser tan perjudicial la represión como el descontrol. Entre las palabras que este psicólogo y docente utilizaría con los estudiantes están “solidaridad” y “empatía”, que sirven para el entrenamiento emocional.
Rafael propone que para que los estudiantes aprendan de educación emocional, lo mejor es que los primeros destinatarios sean los docentes, luego las familias de la comunidad educativa y, posteriormente, los estudiantes.
El desarrollo de las competencias emocionales dura toda la vida, pero en temas emocionales no nos han enseñado prácticamente nada. Rafael llama a los docentes a que no dejen que sus estudiantes pasen su educación sin saber qué es una emoción, porque es fundamental para la enseñanza y la vida.
¿Cómo trabajas las emociones con tus estudiantes?
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