En el Complejo Educacional Maipú Anexo Rinconada, los profesores organizaron una conmovedora iniciativa que marcó a profesores y estudiantes. Esto fue lo que pasó.
Un día, Matías Grumi, estudiante de 4º medio del Complejo Educacional Maipú Anexo Rinconada (una escuela en Santiago de Chile), fue convocado inesperadamente por su profesor de historia Adrián Rodríguez Pizarro. Asustado, se dirigió a una sala aislada donde estaba su profesor. Cuando llegó, notó que además de él, había otro docente de la escuela quien sostenía una cámara. En ese momento, con Matías en primer plano, Adrián Rodríguez explicó a su estudiante que él era su inspiración, su motivo para levantarse todo los días y realizar uno de los trabajos más desafiantes pero enriquecedores del mundo. Sorprendido, Matías no tuvo más opción que sonreír genuinamente y agradecer a su profesor las conmovedoras palabras. Todo el momento quedó registrado.
“Cuando mi profesor de historia Adrián Rodríguez Pizarro me dijo que yo lo inspiraba a seguir haciendo clases, sentí un sentimiento de emoción y de alegría enorme. No es muy común que un profesor le diga algo así a un alumno, no era algo que me pudiera esperar, y menos de él, pues a pesar de ser súper simpático y muy profesional cuando está trabajando, jamás esperé que me considerara importante”.
Pero él no fue el único que ese día recibió semejante sorpresa.
11 estudiantes de la escuela fueron testigos de un gesto diseñado por el profesor de historia Álvaro Guarda quien al ver una iniciativa como esta, la cual se llevó a cabo en una escuela de Estado Unidos, decidió replicarla. Con el apoyo del equipo directivo, el cual abrió un espacio de reunión con profesores para compartir la idea y extender la invitación a aquellos que voluntariamente les interesara participar, Álvaro gestionó el proyecto que más adelante fue compartido en CEMAR TV, el canal de YouTube del colegio.
En ese sentido, asegura el profesor, fue importante la colaboración del equipo que lidera la escuela y de los mismos docentes quienes convencieron a otros de ser parte de la búsqueda de sus alumnos “inspiradores”.
“Consideramos muy importante que los alumnos sientan que hacen parte de un clima donde son apreciados por sus profesores. Que exista una cercanía que contribuya a que ellos se sientan valorados, lo que directamente incide en una mayor autoestima y está comprobado que esta variable influye en sus aprendizajes”, asegura Víctor Hugo Toro, director de la escuela.
A través de este gesto, los docentes buscaban demostrar a sus estudiantes que son ellos el pilar de su profesión.
Además de reconocer su importancia en el proceso educativo, potenciar su motivación y transmitir un mensaje positivo para seguir construyendo confianza en el proceso de aprendizaje, esto generó una serie de sentimientos inesperados en todos quienes participaron.
“Al momento de recibir los halagos todo se convertía en un mar de emociones y reacciones, todas muy diversas, desde perplejidad y alegría, hasta la emoción más profunda de recogimiento y llanto”, asegura el profesor… Esta actividad toca esa fibra porque sugiere que ellos son tan relevantes para nosotros en una instancia donde el profesor se muestra muy vulnerable, muy humano y emocionalmente abierto al confesarles que ellos nos inspiran a seguir realizando esta labor”, afirma Álvaro.
Dichas emociones dieron cuenta de que para Matías y el resto de sus compañeros, la iniciativa fue evidentemente significativa.
Ésta les permitió darse cuenta que al ser grandes estudiantes, están contribuyendo al enriquecimiento profesional de los profesores, aquellos que son extraordinarios, que cambian vidas y moldean el futuro, aquellos por los cuales hoy, Matías tomó la decisión de convertirse en profesor.
“Adrián ha sido una gran persona, ha sido un gran pilar en mi formación como alumno y de no se por él, jamás habría considerado estudiar pedagogía en historia. Algo dentro de mi me dice que mi sueño incluso es ser igual que él”.
Los profesores de esta escuela se unieron para cambiar la rutina de sus estudiantes y destacar lo mejor de ellos. Con un simple gesto de agradecimiento y apreciación, valoraron a sus alumnos, los hicieron sentir importantes y crearon un momento que seguramente ellos nunca olvidarán. La comunidad de esta escuela decidió replicar este gesto realizado en otro lado del mundo y ahora invitan a otros a hacer lo mismo para seguir marcando la vida de muchos estudiantes que al igual que sus profesores, merecen ser reconocidos.
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