Todd Finley, PhD y profesor de inglés de la East Carolina University, comparte técnicas para motivar a los niños con las preguntas indicadas.
La formulación de preguntas efectivas es indispensable para estimular a los estudiantes a desarrollar sus propias ideas, favorecer la construcción y re-construcción de los conocimientos, trabajar el pensamiento crítico y generar un aprendizaje realmente significativo. Además, es una herramienta que permite al docente, en gran medida, ayudar al estudiante para que éste proyecte grandes ideas y saque a flote su capacidad de asombro, favoreciendo así su participación y por ende, la adquisición de conocimientos. Lograr formular las preguntas precisas no siempre es sencillo, pero Todd Finley (PhD y profesor de inglés en la East Carolina University), basado en la evidencia e iniciativas de colegas, sugiere algunas técnicas prácticas que pueden orientar este objetivo en la dirección indicada:
1. Técnicas de preguntas abiertas
El Nondestructive Testing Resource Center recomienda a los profesores estas técnicas para promover discusiones efectivas. De las siguientes técnicas sugieren especialmente utilizar las primeras tres con mayor frecuencia:
Buscar evidencia: “Qué te hace pensar que… ?”
Explicar: ¿Cuáles son algunas de las causas que llevan… ?”
Relacionar conceptos, ideas y opiniones: “Cómo eso se compara con… ?”
Predecir: “¿Qué harás después?”
Describir: “¿Qué observaste… ?”
2. Preguntas generadas por estudiantes en lecturas asignadas
Algunos profesores piden a sus estudiantes preparar preguntas basadas en lecturas como tareas. Finley lo que hace es pedir una sola pregunta profunda sobre el texto asignado como parte de un ejercicio gráfico que consiste en crear notas fusionando cosas como: la escritura a mano, la tipografía, dibujos, figuras y formas. El profesor asegura que lo deleita ver las representaciones visuales y cómo esas preguntas van mejorando a medida que el año progresa.
Por su parte, una profesora llamada Kari Lynn Wilson arma grupos de dos estudiantes y les pide formular un par de preguntas para luego compartirlas con otros dos estudiantes que estén sentados cerca. Luego, entre los cuatro estudiantes votan por su pregunta favorita, la cual debe ser expuesta en una segunda parte de la clase que consiste en discutir con todo el grupo.
3. Preguntas que motivan
Un educador y terapista de comportamiento llamado Jim Peterson describe cómo las preguntas pueden motivar a los estudiantes a responder si se hacen de la forma indicada. Para esto, comparte una alternativa a una instrucción-pregunta. Dicha alternativa provee mayor información al estudiante y según el experto motiva más porque tienen una serie de factores que se llaman TAPN:
Así sería la pregunta/instrucción común:
“Vas a leer las próximas tres páginas. Cuando termines, responderás las cinco preguntas que continúan después de la lectura”.
Así sería la pregunta-instrucción que Peterson sugiere:
“Cuando te diga que empieces, tendrás 1 minuto y 45 segundos. Leerás el próximo párrafo para encontrar el punto central. Mientras lees, señala palabras o frases que apoyen ese punto central que escogiste. Cuando termines, prepárate para compartir con la clase. Tú puedes empezar”.
La segunda alternativa tienen factores TAPN, es decir, Tiempo, Cantidad, Público, Novedad y se evidencia de la siguiente forma:
Tiempo: “Tienes un minuto y 45 segundos”. (Esto energiza a los estudiantes).
Cantidad: “Leerás el próximo párrafo para encontrar la idea central”. (Es clara la cantidad de trabajo a realizar. La tarea es desafiante pero no abrumadora).
Público: “Cuando termines, prepárate para compartir con un compañero o la clase entera”. (Saber que su trabajo será conocido por el público puede aumentar los niveles de interés).
Novedad: “Mientras lees, señala palabras o frases que apoyen ese punto central que escogiste”. (Pequeñas variaciones en la rutina académica pueden motivar a los estudiantes).
Incorporar TAPN, dice el experto, incrementará el porcentaje de estudiantes que participan activamente cuando el profesor formula preguntas.
4. Seminarios socráticos
Aunque es una de las técnicas más comunes y conocidas, Finley asegura que el Seminario Socrático sigue siendo una de las mejores formas de socializar con los estudiantes y discutir preguntas enriquecedoras. Lo mejor de este modelo, dice, es que además facilita el diálogo colaborativo.
“Socializar a los estudiantes para que puedan hacer buenas preguntas por su cuenta es la definición misma de enseñanza efectiva”, concluye Finley.
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