La geografía es útil en la medida que los contenidos puedan ser susceptibles de ser utilizados por los alumnos y para esto es importante darles un enfoque didáctico y entretenido. Así lo puedes hacer.
La geografía no es tan solo un instrumento intelectual al servicio de los procesos formativos de los niños. Es mucho más que eso. Por su contenido, es un instrumento de conocimiento social en un sentido muy amplio y por su estructura, puede contribuir de forma eficaz al desarrollo de capacidades, actitudes y competencias esenciales en las cuales se basa la formación de alumnos hasta los 18 años. Por otra parte, el aprendizaje de la geografía contribuye a la formación de personas cultas, solidarias y con una alta comprensión de las nociones espaciales y el contexto cultural de otros rincones del mundo, lo que facilita el entendimiento de otras sociedades y el trabajo de temas como el multiculturalismo y la aceptación.
La geografía proporciona también un medio para comprender las causas de la acción humana y los cambios que surgen de estas acciones, como la modificación de zonas urbanas, los cambios en las comunicaciones, en los sistemas de comercio, las rutas, las frontera. Además, gracias a ésta, podemos ubicarnos en el espacio, conocer el clima, entender fenómenos naturales en determinadas regiones, el funcionamiento económico de un país, entre muchas otras cosas. Todo esto significa que estudiar la geografía, es entender también lo que pasa en el mundo a nivel social, económico y político. Todo esto hace que los conocimientos geográficos tengan un alto grado de importancia en los procesos formativos de estudiantes que paso a paso, podrán enfrentarse a la comprensión de la realidad a partir de esta ciencia social.
La clave, como siempre, está en el método o las estrategias que utilizamos para transmitir este mensaje y cautivar a los estudiantes. La geografía será útil en la medida que los contenidos sean susceptibles de ser manipulados por los alumnos y para esto es importante no solo tener en cuenta su grado de desarrollo cognitivo, sino pensar también en enfoques didácticos acordes a las necesidades de la enseñanza de este tema. Aquí hay algunas ideas:
1. Continentes en cajas
Estas cajas contienen básicamente información y objetos que se relacionan específicamente con cada una de las regiones del mundo. La profesora que inventó este proyecto sugiere que es ideal sacar una sola caja a la vez para que los niños exploren a profundidad durante 2 o 3 semanas todo el material. Cuando ya absorbieron todo o simplemente dejó de llamarles la atención, se cambia la caja. Algunas cosas que puedes agregar adentro son: banderas, música, animales, estampillas, mapas, información sobre comida, etc.
2. Mi casa, mi región, mi país, mi continente
Una gran actividad para expandir los horizontes de tus estudiantes. Lo primero que tendrán que hacer los niños es dibujar en un círculo pequeño (o un cuadrado), su casa. Luego, en un círculo un poco más grande dibujaran su barrio, después su ciudad, su región, su país y finalmente, en el círculo más grande, su continente. Al final, el resultado será una especie de libro circular que muestra proporcionalmente en qué punto geográfico del mundo se encuentran en comparación con otros.
3. Origami adivinador
Este juego es un clásico, pero lo que hace especial a esta versión en particular, es que tiene en su interior, instrucciones para practicar geografía. Lo único que se necesita para hacerlo es un papel, un marcador y lo más importante, un mapa. En el interior de cada una de las pestañas del origami tendrán que poner instrucciones como “encuentra Asia”, “Encuentra África”, “señala Europa” etc… y en el exterior, tendrán que poner los clásicos números. Una vez armado, tus estudiantes podrán jugar en parejas: uno de los dos jugadores estará encargado del origami, y el otro estará encargado de escoger números y triángulos para responder preguntas. Ese mismo jugador empieza diciendo un número, entonces, el estudiante que tiene en sus manos el juego, tendrá que abrirlo y cerrarlo ese mismo número de veces. El segundo paso es escoger otro número y se repite la misma acción. Por último, el jugador escoge, por última vez, el número que revelará la instrucción a seguir.
Mira el paso a paso aquí.
4. Globo terráqueo
Globos azules, papel, tijeras y colores es lo único que se necesita para construir estos globos terráqueos. El primer paso es tener la forma de los continentes en un papel (todos con las mismas proporciones). Luego se recortan, se colorean y se marcan con los nombres (incluidos los océanos y la línea del ecuador). Después, el mayor reto: construir el globo de manera exacta utilizando pegamento para pegar cada continente según corresponda. Haciendo esto, los estudiantes podrán tener una visión mucho más clara de la Tierra y sus regiones.
5. Capitales
Este ejercicio puede ser útil para practicar países y capitales del mundo. O incluso se puede contextualizar por países. Se necesita una tabla, un papel y elásticos. La idea es que los niños asocien (con el elástico) la forma y color de determinadas ciudades, con el nombre.
6. La caja de pizza
Esta caja lo tienen todo: un mapa en 3D, un mapa impreso, una descripción y en este caso, las capas de un camino romano. En realidad se puede adaptar de muchas formas y a los estudiantes les encantará el formato novedoso (y transportable).
¿Qué otra actividad harías en la sala de clase para enseñar geografía?
Interesante el trabajo, se puede relacionar las operaciones de la matemática con los resultados y es un excelente estrategia.