Dos expertos que investigan acerca del desarrollo de estereotipos sobre el género y cómo esto afecta la motivación académica de las niñas, comparten algunas ideas claves.
La evidencia tiene suficientes datos con respecto a las habilidades que tienen las niñas, y más de una vez se ha comprobado que no hay diferencias de aprendizaje entre niños y niñas. En ese sentido, las brechas de género que existen en la representación de carreras científicas no tiene nada que ver con las capacidades cognitivas. En Estados Unidos, por ejemplo, las niñas actualmente conforman más de la mitad de la población estudiantil superdotada del país. Sin embargo, en este y otros países, son pocas las mujeres que representan carreras de tecnología, ciencia, matemática e ingeniería. Si existen las capacidades, ¿por qué está sucediendo esto? Según se explica en un artículo de World Economic Forum, hay dos cosas que desalientan a las niñas en su interés hacia las carreras científicas: los estereotipos negativos sobre sus habilidades intelectuales y los estereotipos que califican de “nerds” a las personas que trabajan en carreras STEM.
Jilana Boston y Andrei Cimpain, –investigadores acerca del desarrollo de estereotipos sobre el género y el intelecto, y cómo estos afectan la motivación académica de los niños-, ofrecen herramientas para que padres y educadores impulsen cambios en esta dirección, aminorando así, las brechas de género en las carreras STEM. ¿Cuáles son sus recomendaciones?
1. Mentalidad de crecimiento
Desde muy temprano, las niñas se sienten condicionadas por su género con respecto a sus habilidades intelectuales. Esto es lo que Carols Dweck llama “mentalidad fija”. En ese sentido, una posible estrategia es potenciar la “mentalidad de crecimiento”, es decir, convencerlas de que sus habilidades académicas no son fijas y sí pueden desarrollarse. “Los estereotipos negativos se basan en la suposición de que las niñas carecen de la capacidad innata necesaria para el éxito. Al enfatizar en cómo las habilidades cambian y se desarrollan en la medida que pasa el tiempo desafiamos esta convicción”, explican los expertos.
2. Los errores
No se puede fomentar la mentalidad de crecimiento sin hablar del fracaso o el error como una oportunidad de aprendizaje. La clave es mostrarles de dónde provienen los errores y crear nuevas estrategias para solucionarlos. “Cuando los niños vean cómo sus esfuerzos han sido fructíferos, es más probable que observen las habilidades para estudiar carreras STEM desde una perspectiva de crecimiento”, explican Jilana y Andrei.
3. Mujeres exitosas
¡Fundamental hablar de mujeres que han sido exitosas en las carreras STEM. Además de mostrarlas y describirlas, es importante destacar lo que ellas tienen en común con las niñas y contar cómo llegaron a convertirse en científicas. Esto “ayudará a las niñas a visualizarse a sí mismas recorriendo un camino de éxito”.
4. Oportunidades de éxito
Un profesor puede convertir una tarea de programación en un juego. Esto puede ayudar a las niñas a sentirse más motivadas y capaces del éxito. En otras palabras, se trata de crear oportunidades para que ellas alcancen el éxito. De esta forma se empieza a desarrollar la confianza en torno a carreras STEM.
5. Combatir estereotipos
“Desafortunadamente, la forma en que los medios describen a las personas que estudiaron carreras STEM son a menudo estrechas y perpetúan falsos estereotipos, como que los científicos son excéntricos, “nerds” o “geeky” (obsesivos de las computadores y desvinculados de la realidad)”, dicen los investigadores. Así se genera un desajuste la impresión que tienen los niños sobre determinadas carreras. Estos estereotipos sociales desalientan a las niñas y en ese sentido, el rol de los adultos es mostrar otra cara de estas profesiones y educar a las niñas, no para que se adapten a las necesidades comunes de los grupos sociales, sino para que elijan lo que realmente quieren ser.
6. Personas STEM
Para contrarrestar estos estereotipos, se pueden mostrar historias de personajes que eligieron carreras STEM, personas con las que ellos se puedan identificar fácilmente. También se le puede decir a las niñas que los científicos a menudo trabajan en equipo y ayudan a las personas en situaciones de la vida cotidiana. Hay dos herramientas online que son útiles en esta misión: Así luce un científico y Skype a Scientist.
7. Ambiente científico
“La evidencia científica indica que estas preferencias están determinadas por conceptos culturales; y no por diferencias innatas”, afirman Jilana y Andrei. Para contrarrestar esto es clave crear entornos que promuevan la idea de que las carreras científicas sí están a su alcance.
Fuentes: Weforum
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