A pocos días de comenzar un nuevo año escolar, hablamos con Eduardo Cortés, ganador del Global Teacher Prize Chile, para que nos contara cómo empieza él el año escolar y qué consejo le daría a los nuevos profesores a esta importante misión.
A pocos días de comenzar un nuevo año escolar, hablamos con Eduardo Cortés, ganador del Global Teacher Prize Chile, para que nos contara cómo empieza él el año escolar y qué consejo le daría a los nuevos profesores a esta importante misión.
Antes de empezar un nuevo año escolar, Eduardo Cortés, ganador del Global Teacher Prize Chile, organiza el año, piensa en nuevos proyectos, busca videos útiles para sus estudiantes y organiza su taller. Estas son parte de las acciones que realiza para reestructurar cada año pensando en las necesidades de sus alumnos. El objetivo desde el inicio, dice él, es lograr que todos ellos se sientan motivados y sobre todo, que tengan muy claro a qué se van a enfrentar a o largo del año en términos académicos y disciplinares.
El primer día de clase, Eduardo enfrenta los nervios y la ansiedad realizando un diagnóstico del nuevo curso. Éste incluye ir conociendo a sus alumnos desde el principio con acciones como una presentación personal. El profesor está convencido de que en este periodo, los estudiantes lo ponen a prueba y evalúan hasta dónde puede llegar, por eso, cree que es fundamental hacer el mismo ejercicio con ellos: analizar hasta dónde pueden llegar y entender cuáles son sus capacidades. “Los alumnos siempre observan mucho a los profesores”, dice Eduardo y basado en esto, resalta la importancia de poder dejar las cosas claras desde el inicio. Eso, dice él, es la clave para que el año escolar fluya sin mayores inconvenientes.
Cuáles son las reglas de la sala, qué se espera de los alumnos y cuáles son las metas por cumplir, son algunas de las cosas que se deben poner sobre la mesa desde el primer día.
Eduardo plantea otros aspectos fundamentales, por ejemplo, la importancia de entender las necesidades del curso para establecer objetivos en torno a éstas, definir el método de trabajo personal y entablar un lazo especial desde el comienzo. En otras palabras, se trata de delimitar la cancha, entrar con energía y estar bien informado con respecto a quiénes son los estudiantes.
Además es esencial integrar a las familias desde el primer día. “Es necesario que haya una triangulación entre el colegio, el alumno y el apoderado; que el apoderado tenga claro qué está haciendo su hijo en el colegio. Es necesario que el colegio sea una aventura y que esa aventura llegue a la casa”, afirma el profesor. Para eso, las familia deben ser parte del proceso, de las motivaciones y de los desafíos que enfrentan a diario, y en esa tarea, el trabajo que gestiona el profesor es vital.
Por último, el ganador del “Nobel de la enseñanza”, aconseja a los profesores ser consecuentes, es decir, ejecutar todo aquello que se plantean; también plantea la necesidad de generar un buen clima, aquel en el que el alumno tiene la facultad de exponer cuáles son sus dudas, sus problemáticas y por último, aconseja empezar el año con un libro que invite a pensar nuevas formas de seguir enseñando. Esta vez, Eduardo está leyendo Makers: La nueva revolución industrial, un libro que ofrece una mirada hacia el futuro, un futuro que puede ser construido y reinventado gracias a la tecnología.
Leave a Reply