Gracias a la iniciativa de sus educadoras, niños y niñas del jardín Pequeño Mundo han tenido la oportunidad de acercarse a la lectura de una forma única.
Las educadoras y técnicos del Pequeño Mundo, un jardín infantil ubicado en la comuna de Pedro Aguirre Cerda en Santiago de Chile, diseñaron una novedosa estrategia para acercar a los niños al mundo de la lectura. Basadas en el uso desmedido de las redes sociales y una comunicación actual que es escueta e inmediata, pensaron en la importancia de generar experiencias diferentes que promuevan un interés por la lectura más amplio y enriquecedor para los niños desde varios puntos de vista. Esta estrategia apunta a que ellos puedan desarrollar habilidades como el lenguaje oral y escrito, la imaginación, la creatividad y la seguridad en sí mismos, puntos esenciales para el desarrollo de personas activas, críticas y participativas.
El principal objetivo de las educadoras del jardín es relevar y promover el placer de leer abriendo espacios de conversación, implementando rincones de lenguaje y creando un material didáctico que convierte la acción de leer en una actividad habitual dentro de la jornada. Y si bien este objetivo ya era importante, un nuevo énfasis en el currículo les permitió potenciar este foco relacionado con el incentivo de la lectura.
La experiencia lectora del jardín
En 2015 nació la experiencia lectora del jardín y fue consolidándose a lo largo de estos años a través de espacios y técnicas innovadoras. De allí surgen experiencias como el Libro-Álbum, un proyecto para leer historias y ver fotos de los niños y niñas. Además, otras actividades enfocadas en la narración de cuentos de sombras chinas, los canticuentos o el kamishibai (teatro de papel). Con estas y otras actividades, la lectura y los cuentos despertaron un interés en los niños quienes a su vez, se fueron convirtiendo en intérpretes y creadores de historias nuevas y conocidas.
El Baúl de cuentos y el Rincón de los tesoros
¿Qué más surge de este foco basado en la lectura? En este jardín de la comuna de Pedro Aguirre Cerda, el objetivo es provocar el amor por la lectura principalmente por medio de los relatos y la escucha de cuentos. Bajo esta lógica surge una estrategia pedagógica que consiste en conocer y rescatar lo que a cada niño de manera individual y colectiva le parece atractivo para luego tomar eso y transformarlo en nuevas historias. En este propósito, las familias son esenciales pues son ellas quienes deben hablar con sus hijos para averiguar qué es aquello que más los cautiva. De este ejercicio nace lo que denominaron Baúl de cuentos. “A partir de los elementos identificados –u “objetos provocadores”, como se les denominó– se confeccionan baúles de cuentos con personajes y relatos en su interior para poder sacar de ellos elementos valorados por los niños y que pueden describir o relacionar en una misma narración” (JUNJI, Experiencias pedagógicas innovadoras en los jardines infantiles. Pg.44).
Junto con esto se crea también el Rincón de los tesoros: un espacio diseñado especialmente por educadoras, técnicos y familias, el cual contaba con todas las cajas (baúles) que traían los niños.
¿Cómo funcionan los baúles?
Todos los niños, en cualquier momento, pueden escoger un baúl (caja) según sus intereses. Esto permite que puedan crear historias de forma grupal o en parejas, hecho que fomenta la socialización, la confianza, la identidad y la seguridad que ellos necesitan para poder compartir con sus compañeros sus intereses. Por otro lado, la actividad permite también que los niños desarrollen sus habilidades comunicacionales al ser parte activa de los proceso de creación.
Cuatro cosas suceden gracias a el Baúl de cuentos: se genera un apego temprano hacia la lectura, se valora el interés del niño y se respetan sus particularidades; se involucra a las familias en la elaboración de los baúles y se valoran los niños a partir de sus gustos y sus intereses lo que les da confianza y pertinencia al proceso educativo, y por último, se convierte a los niños en protagonistas e intérpretes, lo que les permite crear y organizar narraciones según su edad.
Y tú, ¿te animas a realizar esta actividad con tus hijos o estudiantes?
Experiencias pedagógicas innovadoras en los jardines infantiles, JUNI. Pg. 43-45
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