A través de un proyecto basado en la metodología ABP, esta profesora consiguió que sus estudiantes fueran protagonistas autónomos de su aprendizaje.
Jaione Pozuelo es profesora de ciencias naturales en el Instituto Bilingüe de Educación Secundaria Antonio de Nebrija en Móstoles, España. En esta charla de cinco minutos, ella comparte brevemente un proyecto de la metodología ABP (Aprendizaje Basado en Proyectos) que fue la clave para empoderar a sus estudiantes. Éste consistió en elaborar a lo largo de nueve meses un cortometraje para concursas en un festival de cortos educativos. Lo que buscaba Jaione era convertir a sus alumnos en los principales actores del aprendizaje y esta actividad fue perfecta para lograrlo. Durante la ejecución de esta actividad, la profesora asegura que experimentó algo que jamás había vivido en sus años como docente: se sintió “inútil” en el mejor sentido de la palabra. ¿Por qué? Porque efectivamente, los estudiantes fueron los líderes de un proyecto que sólo generó grandes motivaciones.
Los tres pilares
Jaoine asegura que los tres pilares fundamentales de este proceso para empoderar a los estudiantes fueron:
La motivación: elemento fundamental de cualquier actividad que se realice en clase
La asignación de roles (director, guionista, camarógrafo… ): en este punto, la profesora insistió mucho al comparar la realización de un cortometraje con una especie de máquina donde todo eran piezas claves. Además, cada estudiante tuvo la oportunidad de escoger su papel según sus intereses.
La capacitación: los estudiantes tenían que aprender elementos de cada uno de sus roles. Para eso, ella hizo uso de la página del festival que ofrecía una página de formación.
Al inicio del proyecto, Jaoine fue una guía, pero más adelante el proyecto despegó sólo y los estudiantes actuaron de manera autónoma.
Era tal su entusiasmo, que superaron sus expectativas. Ellos se auto exigían al máximo y sorprendían a su profesora realizando actividades relacionadas a los cortometrajes (como un casting de actores), a la hora del recreo. En total, a lo largo del proyecto desarrollaron tres cortos que fueron presentados en el festival. Y aunque no ganaron ningún premio, ella y sus alumnos estaban más que satisfecho por haber sido parte de una iniciativa que cambió por completo el proceso del aprendizaje.
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