¿Por qué algunos profesores están reemplazando las correcciones escritas por mensajes en formato video? Aquí las razones.
En un artículo del English Journal, el profesor inglés David Narter explicó cómo la retroalimentación oral ha motivado mucho más a sus estudiantes, quienes según le comentaron, se sentían “malos escritores” cuando él dejaba anotaciones en sus tareas. Ahora, que la retroalimentación se hace de una forma diferente, ellos siente que en realidad son capaces de seguir mejorando. Los estudiantes necesitan correcciones, sin duda, pero a menudo, dichas correcciones pueden ser malinterpretadas. Por ejemplo, según se explica en el medio MindShift, algunos psicólogos y sociólogos han demostrado que –contrario a la tinta azul– las anotaciones con color rojo pueden entenderse como críticas mucho más agresivas y esto hace que los estudiantes vean a sus profesores como menos accesibles.
Afortunadamente, simples acciones pueden ayudar a convertir la retroalimentación en una herramienta efectiva.
Narter no puede hacer siempre un trabajo de retroalimentación uno a uno, sin embargo, encontró la forma perfecta de llegar a varios estudiantes reemplazando los comentarios escritos con videos personalizados de 5 minutos. Los videos se hacen para cada tarea, son más rápidos que los comentarios escritos y a través de éstos, el profesor puede hacer comentarios útiles que permiten a los estudiantes sentirse motivados. Narter no es el único que ha encontrado beneficios en la retroalimentación oral. Michael Phillips y Michael Henderson, de la facultad de educación de la Universidad de Australia, han utilizado videos para retroalimentar a sus alumnos desde hace años e incluso crearon un sitio web con recomendaciones para profesores que quieren hacer los mismo.
Los avances tecnológicos están permitiendo que esto sea posible y cada vez es más fácil.
Por ejemplo, ahora existen aplicaciones de screencast a través de las cuales se crean videos de capturas de pantalla en los cuales se pueden resaltar puntos específicos y a los estudiantes les encanta. Para los científicos no es una sorpresa este entusiasmo pues saben bien que a través de los videos se transmiten más señales de comunicación –por el tono de voz y las expresiones faciales–. Dichas señales hacen que, para los alumnos, las interpretaciones sean más sencillas. En un estudio, el psicólogo Albert Mehrabian habló de cómo las emociones pueden transmitir en gran medida a través de señales no verbales, lo que explica en gran medida el impacto que puede tener una retroalimentación oral. El psicólogo también asegura que el video, es un formato que ofrece ventajas a ambas partes, estudiantes y docentes. “Hablar y grabar implicarán una mayor libertad… “, asegura el psicólogo al medio MindShift.
Sin duda, los videos permiten que los profesores puedan utilizar un lenguaje casual.
Muchos profesores, como Phillips, ni siquiera hacen una edición de video, lo que hace que se vean mucho más auténticos y accesibles. Pero más allá de la calidad audiovisual, es fundamental que los videos sean ricos en pistas como el tono de voz y la expresión facial. Estas pistas permiten matizar las interpretaciones de quien está viendo el video. Esto no sucede con los textos pues, si un estudiante no conoce bien a su profesor y está ansioso, puede tomar las correcciones de manera crítica. Por supuesto, recibimos aún más señales cuando nos comunicamos en persona. De hecho, la psicología evolutiva ha comprobado que nuestros cerebros han evolucionado para comunicarse frente a frente y cuanto más nos alejamos de ese forma, menos eficientes somos.
Por obvias razones, un video no puede reemplazar una interacción cara a cara, sin embargo, es un gran aporte.
Profesores como Meigan Robb complementan los videos con ediciones escritas, archivos de audio y presentaciones narradas sobre el trabajo de los alumnos y aunque invierte mucho tiempo, el progreso de los estudiantes –a nivel grupal e individual– es notable. Por su parte, Phillips, explica en MindShift que con comentarios en video, los estudiantes parecen asumir una mayor responsabilidad por su trabajo. Él sospecha que los comentarios ricos e individualizados ayudan a los alumnos a formar una conexión más personal con el curso en general y ese al final, es el objetivo: que ellos se sientan comprometidos con el curso, con los temas, con los compañeros, con los profesores y por supuesto, con el aprendizaje.
How Giving Students Feedback Through Video Instead of Text Can Foster Better Understanding, KQED.
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