Seis expertos explican por qué el razonamiento espacial debería ser una prioridad en el aula de educadores que están enseñando matemática a niños y niñas.
Joan Moss, Catherine D. Bruce, Bev Caswell, Tara Flynn y Zachary Hawes, seis expertos en educación, psicología y matemática de diversos institutos, explican en el medio Mind Shift cuál es el impacto de enseñar razonamiento espacial a los niños. Durante varios años, este equipo de profesionales se ha dedicado a estudiar diversas disciplinas como la biología, las ciencias cognitivas, la psicología, el desarrollo de la ciencia, la educación y por supuesto, la neurociencia. Como expertos en diversas áreas, especialmente en la matemática y la educación, han aprendido y tienen las herramientas para justificar que es importante darle mayor atención al razonamiento espacial en la primera infancia, o en ese primer periodo donde los niños empiezan a relacionarse con la matemática. Para argumentar esto, los investigadores enumeran cinco puntos que explican por qué los educadores deberían tener en cuenta el razonamiento espacial a la hora de enseñar matemática en sus aulas:
1. El razonamiento espacial y el pensamiento matemático están íntimamente relacionados
Muchos estudios ha demostrado la relación que existe entre el razonamiento espacial y lo que todos conocemos como “habilidades matemáticas”. Por ejemplo, un estudio demostró que la calidad del juego con bloques a los cuatro años, predice los resultados que un alumno puede tener en la secundaria. Otro estudio relaciona la habilidad de construcción de los niños (en los juegos con bloques o rompecabezas), con un fuerte sentido numérico y el éxito en la resolución de problemas matemáticos.
Los investigadores han mencionado que el vínculo entre el razonamiento espacial y la matemática es tan fuerte, que es casi como si fueran lo mismo. De hecho, el razonamiento espacial está vinculado a muchísimas ramas de la matemática como la aritmética, el conteo, el álgebra, el cálculo y matemática avanzada.
En otro estudio (Verdine, Irwin, Golinkoff e Hirsh-Pasek), encontraron que la habilidad espacial de un niño a los tres años era un predictor de la comprensión de conceptos numéricos tales como el más, menos o igual, así como habilidades generales de conocimiento numérico. En conjunto, la investigación sugiere que la instrucción espacial ofrece un medio potencialmente poderoso para apoyar el pensamiento y el aprendizaje matemático de los niños.
2. Puede mejorar
El razonamiento espacial, dicen los expertos, es maleable y esto significa que puede mejorar. Como no es un rasgo cognitivo biológicamente determinado, los estudios han demostrado que varias actividades pueden mejorar el razonamiento espacial en distintas edades. Los autores no solo encontraron que la “capacitación espacial” conduce a mejoras en las tareas espaciales estrechamente relacionadas con dicha capacitación, sino que también se observan mejoras en otros tipos de tareas. Se necesita más investigación para descubrir cómo y por qué, sin embargo, el hallazgo tiene implicaciones masivas para los educadores.
3. Es un predictor del éxito en carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Matemáticas)
La investigación también sugiere que, efectivamente, el razonamiento espacial puede predecir el éxito de un niño en disciplinas STEM. Estudios recientes también han sugerido que un desarrollo temprano del razonamiento espacial incrementa los logros en matemática y ciencia, lo que a su vez puede promover un interés particular por carreras STEM las cuales cumplen un rol fundamental en otras disciplinas como la astronomía, la biología, la geología, la geografía, el arte y la arquitectura.
4. Es un área marginada en la enseñanza de la matemática
Según diversos estudios internacionales y locales (de EE.UU.), la geometría y el razonamiento espacial no son la principal prioridad en la enseñanza de la matemática temprana y deberían serlo pues en particular, dicen los expertos, el razonamiento espacial es importante en muchas áreas incluidas el lenguaje, la geografía, la educación física entre otras. El Consejo Nacional de Investigación en EE.UU., ha destacado esto como un “punto ciego importante” en la educación y hace un llamado a los educadores e investigadores para que presten atención al razonamiento espacial. De lo contrario, advierten, el razonamiento espacial “permanecerá encerrado en una curiosa zona de penumbra educativa”. De la mano con esto, los expertos resaltan la importancia de ir más allá de la clasificación de las formas y otras actividades básicas relacionadas con el aprendizaje del razonamiento espacial, pues según advierten, la ciencia cognitiva y la investigación educativa, muestran que los niños pequeños son capaces y les interesa un desarrollo del pensamiento espacial más dinámicos y complejo.
5. Provee puntos de fácil acceso a la matemática
Muchos educadores que hicieron parte de las investigaciones de los seis expertos, aseguran haber encontrado en el razonamiento espacial, varios puntos de entrada para que los niños exploren la matemática de una forma más accesible e inclusiva. De hecho, los educadores han mencionado que la aplicación de diversas actividades que aparecen en un libro publicado por los investigadores –Taking Shape–, les ha permitido ver a sus estudiantes desde otra perspectiva pues a raíz de esto, los niños han tenido la oportunidad de participar en la matemática de una forma diferente. Por ejemplo, muchos niños que tenían problemas en el área de los números, sobresalen en el área del razonamiento espacial.
“Cuando nos enfocamos en el razonamiento espacial, destacamos e invitamos a las diversas fortalezas que los niños traen a la escuela”, dicen Flynn y Hawes en una investigación de 2014. Esa frase resume la importancia de darle una prioridad al desarrollo del razonamiento espacial en los niños más pequeño. Esto, les dará las herramientas que necesitan para enfrentarse a otro tipo de desafíos de aprendizaje fundamentales para su futuro.
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