Inspirada en su historia familiar, Carolina Sandoval volvió a los terrenos de sus antepasados mapuche, donde se inspira para trabajar una potente pedagogía intercultural.
Carolina Sandoval es docente de Historia y Geografía del Colegio Quilacahuin en la Región de Los Lagos, al sur de Chile. Inserta en un contexto rural y con alta presencia de población mapuche, esta profesora ha logrado impulsar una educación en donde el protagonismo lo tienen sus estudiantes, con una gran diversidad sociocultural.
Pero antes de llegar a trabajar al Colegio Quilacahuin, estuvo en contextos muy distintos en Santiago, donde nació y estudió. Hasta que sus raíces mapuche le dieron el impulso para buscar territorios más familiares y enfocarse en la pedagogía intercultural. De hecho, gracias a su historia familiar, nace su interés por la docencia.
“Con la migración campo ciudad, de mitad del siglo XX , mi familia se trasladó con todas sus pautas culturales a la capital y fue así como décadas después en la periferia de Santiago comencé a escuchar las historias de mis abuelos y abuelas en el campo y todas aquellas asociadas a la escuela se quedaron en mi corazón: mi familia sentía un profundo respeto por las profesoras que por esas décadas formaban a los niños en el campo por lo tanto, y a pesar que ninguno de ellos había pasado por la Universidad, la valoración social hacia la profesión docente siempre ha estado presente en la sobremesa de mi hogar’", recuerda Carolina.
Al regresar Quilacahuín, terreno donde parte de su familia fue criada, Carolina se reconectó con sus antepasados, lo que la ha inspirado a educar desde el contexto y con un fuerte foco en el patrimonio cultural de la zona.
Carolina trabaja valorando el valor educativo del entorno
El contexto de su comunidad educativa es rural, campesino y mapuche huiliche: ubicado en las laderas del Río Rahue en la Futahuillimapu a 27 km de Osorno. “Aquí, la gran particularidad de mis estudiantes es que portan una sabiduría propia, innata, transmitida generación tras generación; está ligada al cuidado de la Tierra, de las huertas, de los animales, de los ciclos de la luna y por otro lado, también comparten problemáticas propias de la cultura juvenil global, como la diversidad sexual”, señala la profesora.
Por ello, Carolina trabaja con la didáctica de la Pedagogía para el Buen Vivir, donde el protagonismo de los estudiantes es prioritario, para lograr trabajar aspectos como autoestima, motivación y participación. Las metodologías participativas, el trabajo colaborativo, el fortalecimiento del juego colectivo y la comunicación son parte de este trabajo, en el que esta docente ha logrado una relación horizontal con sus estudiantes.
“Por ejemplo, antes de la pandemia, en mis clases realizamos el Nütramkan ,Matetün ka Mizagün, es decir: compartimos alimentos y mate, mientras conversábamos algún tema. Esta estrategia didáctica rescata prácticas culturales y familiares del territorio y fomenta responsabilidades, creando así un ambiente de aprendizaje amoroso”, cuenta Carolina.
Con la pandemia, Esperancita Huerta llegó a protagonizar sus clases
Sin clases presenciales y las instancias de interacción, en un contexto con graves problemas de conectividad digital y vial, el principal desafío para Carolina fue mantener el diálogo con sus estudiantes. Como muchos alumnos estaban practicando saberes y tareas tradicionales en la huerta o con los animales, a Carolina se le ocurrió planificar visitas para registrar algunos de esos conocimientos.
Decidió crear unos títeres que acompañaran a sus alumnos, para lograr videos más didácticos y entretenidos. Así surgió La Ruta de Esperancita Huerta, cápsulas de máximo 2 minutos, que llegaron a transmitirse en la radio local. Desde la experiencia de trabajar con gallinas hasta el proceso de cuidado de una huerta, fueron parte del contenido.
La Ruta de Esperancita Huerta fue tan exitoso dentro de la comunidad, que a pesar del retorno de las clases presenciales, Esperancita Huerta -uno de los títeres- sigue viajando por las casas de los estudiantes, para presentar alguna experiencia o saber contextualizado.
Jugar en el proceso de aprendizaje y disfrutar el error, son parte de su pilares de enseñanza
“En mis clases, muchas veces me caracterizo de algún personaje histórico y mediante técnicas teatrales, las y los estudiantes van interactuando con el personaje que visita la clase y voluntariamente, también se caracterizan y comienzan a interactuar con el personaje en diversas modalidades. Bien sea a través de una entrevista colectiva o la realización de un juicio, con abogados defensores y querellantes”, cuenta Carolina.
Además, la profesora busca siempre que el error y el trabajo colaborativo, sean parte de su eje de trabajo. Por ello, es coordinadora del proyecto Küme Mongen: Saberes y prácticas para el Buen Vivir -finalista Elige Innovar 2020-, con el que busca transformar la cultura escolar desde un trabajo interdisciplinario y cooperativo, con un foco en rescate por el patrimonio cultural inmaterial mapuche huilliche, invitando a personajes portadores de quimun/saber antiguo existente en las comunidades para así fortalecer los objetivos de aprendizaje de nuestros estudiantes.
Gracias a su gran trabajo, Carolina en 2020 recibió el Premio Gabriela Mistral por su destacado aporte a la educación popular a través de talleres en diferentes poblaciones del país. Ese mismo año, la Universidad de Santiago de Chile la reconoció como Egresada de Excelencia en la categoría Impacto Territorial Comunitario, valorando su quehacer en las aulas durante 15 años.
Por si fuera poco, Carolina es una de las finalistas del Global Teacher Prize Chile 2021.
Excelente estrategias educacionales, tan necesarias en la actualidad y así también visibilizar la importancia de los contextos realidades en los que se aplica. Solo felicitar a la profesora Carolina Sandoval
Felicitaciones Lamngen por el Kimun, por el Newen que transmite no solo a los alumnos, sino que a un país. Nos encantaría poder colaborar de alguna forma en este maravilloso proceso educativo de compartir conocimiento. Mis felicitaciones a los niños tambien.
Excelente la forma de entregar los conocimientos dentro del contexto Huilliche-Mapuche, Siendo parte los alumnos con su cosmovisión y la Enseñanza Tradicional. Una hermosa estrategia y lo más importante que los alumnos interactuan y entregan sus conocimientos y experiencia. Más que enseñar es compartir, es tener VOCACIÓN. 🌹👏👏👏👏👏