Despedirse de un amigo, recibir a un nuevo profesor o decir adiós a un gran docente. Esas son algunas de las cosas que pueden suceder en el año escolar. Entonces ¿cómo pueden los niños enfrentar estos cambios de la mejor forma?
A lo largo del año escolar, puede haber muchos cambios inesperados en la rutina de los estudiantes. Como perder a un amigo que se va a otra escuela, despedirse de un gran profesor e incluso adaptarse a un nuevo docente. Este tipo de transiciones no son sencillas para todos, especialmente porque están acostumbrados a una consistencia en la rutina. Por eso, según Elena Aguilar, quien es madre y ha sido docente por más de 20 años, es indispensable aplicar estrategias que los ayuden a enfrentar este tipo de situaciones de la mejor forma.
Por supuesto, no todos los estudiantes responden igual ante estas circunstancias; algunos sacan sus emociones a flote y otros, por el contrario, se cierran, dificultando mucho más la lectura de su estado de ánimo. Lo primero que hay que hacer entonces, dice Aguilar, es dedicar un tiempo a explorar cómo cada uno de los estudiantes enfrenta los cambios para así poder aplicar, según las necesidades, aplicar diferentes estrategias.
“Al final, el cambio es todo con lo que podemos contar, por lo que siempre será útil ayudar a los niños a perfeccionar sus habilidades de resiliencia”.
Y, ¿cuáles son las estrategias que Aguilar propone?
1. Hablar de sus sentimientos
Es importante, desde el punto de vista de la educadora, oír lo que tienen para decir con respecto a cómo se sienten (tristeza, confusión, desilusión… ), validar sus sentimientos y permitirles saber que lo que están sintiendo no es malo.
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2. Elementos de estabilidad
Frente a estas situaciones, ayúdales a ver otros elementos de estabilidad en sus vidas y en la escuela. Nombra a todas las personas que seguirán a su lado, como profesores y amigos. Resalta que a pesar de todo, muchas cosas positivas quedan.
3. No es personal
Los estudiantes tienen que saber que lo que está sucediendo no es culpa de ellos. Tu papel entonces es lograr que ellos no sientan esos cambios como algo personal. Por ejemplo, si un profesor se va, encárgate de explicarles que la decisión no tuvo nada que ver con ellos.
4. Direccionar la atención
Los cambios inesperados pueden generar un sentimiento de “no tener el control”. Frente a esto, debes intentar mostrarles justamente aquello que sí pueden controlar. Puedes hacer preguntas como ¿qué es aquellos que puedes elegir justo en este momento?… Así, recordarán el poder que tienen.
5. Un futuro positivo
Ayúdales a imaginar un futuro positivo lleno de nuevos amigos y experiencias positivas. Guíalos en ese camino que les permitirá tener un nuevo proceso escolar satisfactorio desde varios puntos de vista.
6. Un tiempo para preocuparse
Suena paradójico, pero Aguilar sugiere darle a los niños un momento específico para que hablen de sus preocupaciones. Pueden ser 10 o 15 minutos. Esto, especialmente si tienes en tu sala de clase niños que se preocupan todo el tiempo. Hacerlo evitará que se preocupen en otros momentos… y cuando lo hagan, recuérdales con cariño y paciencia, que no están en el momento destinado para la preocupación.
7. Pregunta
Pregúntales qué es lo que realmente importa. Ayúdales a tener perspectiva y a proporcionar las emociones según corresponda.
8. Resiliencia y energía
Ellos han tenido que enfrentar cambios y desafíos en otros momentos, así que son capaces de hacerlo ahora. Ayúdales a conectarse con su resiliencia y energía para una vez más, lograr salir adelante.
9. Herramientas para generar cambios
Muéstrales los recursos que ellos tienen para hacer los cambios que desean. Ayúdales a pensar cómo ser proactivo al ahora de crear un ámbito académico ideal, incluso cuando hay que enfrentar cambios.
¿Qué harías tú para ayudarlos a enfrentar estos cambios?
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