Valorar a los profesores, cultivar la resiliencia y tener un buen sistema de comunicación; estas son algunas de las herramientas que los líderes de las escuelas necesitan para formar equipos sólidos y estables
En sólo tres años, en el Distrito Escolar Unificado de Oakland, California, se fue un 50% del equipo docente que trabajaba allí. Elena Aguilar,–profesora, autora de varios libros y experta en coaching para docentes– trabaja en ese distrito y afirma, en un artículo publicado en Edutopia, lo complejo de estas bajas. No sólo porque esto genera un impacto en las relaciones personales construidas, sino porque esta alta rotación hace difícil desarrollar iniciativas, programas y estrategias, lo que sin duda afecta la forma como los estudiantes aprenden. “Nunca olvidaré que en mi primera semana como maestra, un alumno de cuarto grado me preguntó: ‘¿Te vas a ir después de este año? Los maestros solo se quedan aquí por un año o dos’”, cuenta Elena.
El desarrollo de los docentes, explica Elena, es uno de los principales objetivos de los líderes educativos, por eso, como líder y entrenadora ella se ha enfocado mucho en detener el problema. Lo primero ha sido indagar en la razones por las cuales los profesores renuncian y un informe generado en 2017 le ha dado pistas de ello. Insatisfacción con las pruebas y la presión que genera la rendición de cuentas, la falta de apoyo administrativo, insatisfacción con las condiciones de trabajo, la falta de oportunidades de crecimiento y progreso; estas son algunas de las razones que han indicado los profesores que han dejado aquel distrito escolar. Aunque los datos están asociados a ese contexto particular, las razones podrían asociarse a la realidad escolar de otros lugares del mundo. Teniendo en cuenta esto, resulta indispensable identificar la problemática para poder tomar medidas orientadas en construir equipos fuertes, estables y duraderos.
Elena comparte cinco cosas que pueden hacer quienes lideran las escuelas. No son grandes o complejas acciones, son acciones muy simples y realmente significativas:
1. Comunicación y retroalimentación: Elena sugiere crear un buen sistema de comunicación y retroalimentación. Esto se puede lograr realizando encuestas anuales para escuchar la voz de los profesores. Plantea preguntas abiertas sobre sus experiencias, pídeles sugerencias concretas acerca de lo que tú, como líder, podrías hacer para mejorar las cosas en la escuela. Estas son algunas de las preguntas que puedes incluir en esa encuesta:
- ¿Qué debería hacer para mantenerte en la escuela?
- ¿Qué puedo hacer para que tu experiencia aquí mejore?
- Cuando dices que necesitas más apoyo, ¿qué clase de apoyo es ese? ¿Qué puedo hacer exactamente para ayudarte?
2. Valorar: no te olvides de valorar a tu equipo de forma rutinaria. Muchos profesores pueden llegar a sentirse poco valorados así que en la encuesta que se plantea en el punto anterior, quizás puedes preguntarles cómo les gustaría ser apreciados o valorados. Esto puede ayudarte a entender quiénes se sienten apreciados a través de palabras o quizás con acciones tan simples como una taza de café. Cuando identifiques eso, programa días y horarios para encontrarte con ellos, oír sus preocupaciones, visitarlos en clase o simplemente hablar.
3. Desarrollo y apoyo personal: la eficacia de un gran líder tiene un impacto en la retención de los profesores. Teniendo en cuenta esto, es importante que no te olvides de tu propio desarrollo profesional. Además, la profesora recomienda tener entrenadores o mentores, pues serán un apoyo clave y pueden tener un impacto positivo en tu labor.
4. Construir equipos: no puedes hacer todo sólo y es fundamental entender que cuando los profesores necesitan apoyo, a menudo lo buscan en todo el sistema escolar, no sólo en ti. Esto quiere decir que también deberías enfocarte en que todos los miembros de la comunidad mejoren y fortalezcan sus habilidades. El objetivo, en otras palabras, es construir equipos sólidos incluyendo a todos los miembros de la escuela.
5. Resiliencia emocional: “cuando le pregunto a los profesores, cómo se están sintiendo, a menudo me dice: ‘estoy estresado’”, cuenta Elena. Esto no es una sorpresa; muchos docentes pueden llegar a sentirse de esta forma, así que resulta esencial tomar acciones para responder a ese estrés. Una forma de hacerlo es cultivando la resiliencia, es decir, la capacidad de aprender de los desafíos y recuperarse después de la adversidad. Los líderes escolares pueden ofrecer a los profesores tiempo y espacio para que aprendan a hacerlo, evitando así el burnout.
Para tener escuelas donde los estudiantes reciben la educación que se merecen, lo primero es entender cómo se sienten quienes están todos los días en el aula. Ofrecerles a ellos, los profesores, el espacio que necesitan, es la principal herramienta para reducir las renuncias y formar equipos sólidos, estables y realmente comprometidos con la labor al interior de la comunidad.
Building Teams That Stay, Edutopia.
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