“La presentación de los aprendizajes “permite a los estudiantes profundizar en lo que realmente significa la educación”.
En la escuela Sherman Elementary School en Tacoma, Washington, los alumnos de quinto grado invirtieron gran parte de su año escolar (2017-2018) en investigar el Estrecho de Georgia como parte de un proyecto interdisciplinar STEAM (ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemática). Hicieron trabajo de campo, entrevistaron expertos y aprendieron acerca del ecosistema costero de este lugar. Más adelante, para enfocar su trabajo en la protección de este recurso natural, organizaron una noche de educación en un museo que se encuentra frente al mar. Lo que lograron a través de esta iniciativa fue compartir sus ideas con toda la comunidad y transformar su aprendizaje en algo 100% real.
Según se explica en Edutopia, desde que esta escuela adoptó el aprendizaje basado en proyectos, los estudiantes se han dedicado a presentar sus proyectos frente audiencias públicas y los profesores se han esforzado para que esto sea posible. Empezaron mostrando sus trabajos con las familias y poco a poco, los estudiantes se fueron emocionando más con la idea de salir de la escuela. ¿Los beneficios?
La presentación de los aprendizajes “permite a los estudiantes profundizar en lo que realmente significa la educación”, dice Mari Jones, co-directora de una campaña (Share Your Learning) que impulsa la exteriorización del aprendizaje en las escuelas de EE.UU.
Si queremos que los estudiantes estén preparados para el futuro, explica Jones a Edutopia, entonces el aprendizaje no se puede centrar en hacer un trabajo, mostrárselo al profesor, tener una nota y seguir adelante. Los alumnos necesitan oportunidades de comunicación, colaboración y muchas otras cosas que promueve la exposición de aprendizaje en el exterior. Esas conexiones le permite a los estudiantes entender que su trabajo importa y que además es visible. Además, estas experiencias permiten que los alumnos reflexionen y desarrollen una mentalidad académica positiva. Para los profesores también es una oportunidad de reflexión entorno a lo que están aprendiendo los alumnos y cómo lo están aprendiendo para poder implementar mejoras.
El aprendizaje basado en proyectos es una buena metodología para permitir que los niños hagan presentaciones públicas de sus trabajos, sin embargo, no es la única forma de hacerlo. De hecho, no hay que aplicar ninguna metodología particular; si el trabajo de los estudiantes es potente, entonces simplemente vale la pena compartirlo.
Jones, de la campaña Share Your Learning, comparte algunas ideas para que los profesores puedan convertir la exteriorización de trabajos en una oportunidad de aprendizaje significativo. ¿Cuáles son estas?
Abrir la escuela
Abrir las puertas de la escuela es una buena forma de exteriorizar el aprendizaje. Esto puede ser común, pero muchas veces, esta actividad se centra simplemente en mostrar el proyecto y no en evidenciar el proceso o la reflexión de los estudiantes. ¿Cuál fue el proceso que condujo a este producto? ¿Cuál fue la relevancia para el alumno?; estas son algunas de las preguntas que los alumnos pueden responder cuando reciban visitantes en la escuela. El objetivo es que compartan sus éxitos y desafíos, pues de esta forma, la actividad de exhibición será realmente significativa.
Conferencias de estudiantes
Puedes convertir un encuentro con padres (quizás una reunión de apoderados), en un espacio para que tus estudiantes lideren la conversación acerca de sus aprendizajes. Esto es relativamente simple y lo mejor es que le dará voz a los estudiantes.
Presentaciones
Podría pensarse en transformar la entrega de proyectos de finalización de materias, años escolares u otros procesos, en presentaciones donde los estudiantes puedan amplificar sus aprendizajes frente a un panel de expertos.
Estos son pasos iniciales, pero ejecutarlos puede ser la clave para empezar a llevar la experiencia de los estudiantes a audiencias grandes y fuera de la escuela. De esta forma, estarás empoderando a tus estudiantes y les estarás dando la voz que necesitan para confiar en el trabajo que realizan, en sus aprendizajes, y en sus ideas, aquellas que pueden impactar a toda una comunidad, tal como lo han hecho los estudiantes de la Sherman Elementary School en Tacoma.
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