La organización benéfica inglesa Education Support, que nace en 2015 por la fusión de otras 3 organizaciones de este tipo, es una red de apoyo dedicada a mejorar la salud y el bienestar de docentes, directivos y en general de todo el personal que trabaja en el sector de la educación. 

Entre sus iniciativas están la realización de seminarios, estudios, cursos de desarrollo profesional y una línea telefónica de ayuda operativa 24 horas al día, en la que se puede hablar tanto de asuntos laborales como personales. Todo, con la intención de apoyar a los docentes. 

Según datos de la misma Education Support, durante el 2021 –después de un año de pandemia– el 82 % de los docentes se describieron a sí mismos como estresados. Con esa cifra, es entonces necesario dejar una guía de 8 consejos para manejar el estrés del personal de la educación. Aquí les dejamos una parte de la misma traducida:

1. Conocer nuestras prioridades

Hay que definir límites para no comprometerse demasiado con una tarea que no se alinea con nuestras prioridades e intereses personales. Tener presente estos límites puede ser el primer paso para mejorar la salud mental. En este sentido, es importante aprender a decir que no.

2. Darse cuenta de qué es lo que nos estresa

Para esto puede ayudar hacer un listado de las situaciones que nos estresan junto con una posible solución para cada una. Cuando ocurran estas situaciones hay que poner en práctica las soluciones y tomar nota de lo que funcionó.

3. No arrastrar errores del pasado

Tenemos que ser amables con nosotros mismos. El arrepentimiento y la culpa no van a reparar el pasado, pero sí pueden dificultar el presente provocando consecuencias peores a futuro.

4. No reprimir la ira y las frustraciones

Hay que sacar hacia afuera lo que nos pasa dentro. Para esto, una buena conversación con algún colega o amigo de confianza puede ayudar a liberar nuestros sentimientos. Lo importante es discutir y expresar lo que a uno le está ocurriendo.

5. Hacerse un espacio para hacer ejercicio y pasatiempos

Es importante convertir en un hábito algún ejercicio físico; está comprobado que además de ayudar a mantener el cuerpo en forma, combate directamente el estrés gracias a la liberación de endorfinas, la llamada hormona de la felicidad.

Jugar fútbol, salir a caminar, andar en bicicleta, meditar o hacer yoga, son muy buenas opciones. Lo importante es hacer lo que a cada uno más le gusta.

6. Tómese su tiempo

Las decisiones apresuradas llevan a los errores, luego esto al arrepentimiento y finalmente desemboca en estrés. Si está desorientado o se le ha encomendado una nueva tarea, pida un tiempo para poner las cosas en perspectiva antes de continuar. Luego, se aconseja hacer una planificación de los pasos que siguen.

7. Ponga en práctica la gratitud

Encuentre algo positivo todos los días, incluso en los más complicados. Recuerde momentos en los que haya manejado bien una situación complicada, para usarlos como apoyo cuando se enfrente nuevamente a situaciones estresantes.

8. Reduzca el consumo de drogas y alcohol

Los vicios solo ofrecen un alivio temporal y cuando se acaba su efecto, muchas veces solo terminan empeorando los problemas, aparte del daño que provocan tanto en la salud física como mental en el largo plazo. Dependiendo del efecto que esté buscando, ya sea relajación o estimulación, intente con alternativas saludables para lograrlo.

Este listado de consejos, aunque breve, pretende ser una guía autocuidado para todo el personal de la educación que se siente sobrepasado por las circunstancias laborales actuales. Te invitamos a revisar otros recursos dedicados a la docencia como este en educationsupport.org.