¿Cómo lograr que las escuelas mejoren?¿Cómo transformar la escuela en un espacio de desarrollo y aprendizaje? ¿Cómo reducimos brechas a nivel de educativo? Para Susan Furhman -presidenta de la Teachers College de la Universidad de Columbia – la respuesta podría estar en la motivación y el liderazgo de quienes lideran los centros educativos.
“Todo el mundo sabe instruir, pero no enseñar”, esta una de las premisas de Susan Furhman, quien es presidenta de la Teachers College de la Universidad de Columbia desde hace 12 años y fundadora y presidenta del Comité de Gestión del Consorcio para la Investigación de Políticas en Educación de Estados Unidos, ente que ya suma más de 30 años de existencia.
Para esta docente estadounidense nacida en Nueva York, una de las fórmulas para enseñar es mediante el empoderamiento del profesor. Muy alineada con unos de los objetivos de la Teachers College, que es una de las primeras escuelas de educación de posgrado de Estados Unidos y que pone especial foco en la importancia del rol de liderazgo que deben tener los profesores, para formular y garantizar que las escuelas se reformen y reestructuren con la intención de incluir a todos los estudiantes.
Según esta experta también es importante que sepan coordinar las iniciativas educativas, psicológicas, conductuales, tecnológicas y de salud para eliminar las barreras al aprendizaje en todas las edades. “Porque para lograr una equidad educativa tienes que saber enseñar”, reitera Susan.
Todo esto lo dice Susan tras un conversatorio que se realizó en la Pontificia Universidad Católica de Chile el pasado lunes. Bajo el título “A Conversation on Educational Reform”, la actividad fue dirigida por Verónica Cabezas, docente de la misma casa de estudios y co-fundadora de Enseña Chile y Elige Educar, quien conversó con ella sobre diversos temas docentes.
“El liderazgo sí importa”
En diversas entrevistas e investigaciones, Susan ha asegurado que las habilidades interpersonales son unas de las más importantes al ser docente y se logran a través del empoderamiento. Lo dice tras haber sido profesora de historia en una escuela de secundaria, estudiar planificación política y administración y realizar un doctorado en ciencias políticas y educación en la Teachers College. Títulos que la llevaron a ser decana de la escuela educación de la Universidad de Pensilvania y convertirse después en la primera mujer en liderar la Teachers College.
“Es importante saber escuchar y buscar la forma en que las personas trabajen juntas para que puedan enfrentar los problemas y desafíos. Hay que trabajar por encontrar formas de unir a las personas. Es un trabajo que tiene que venir de arriba, de los directores. Muchas veces el empoderamiento de los profesores no viene de ellos mismos, sino que hay que motivarlos. Creo que mucho viene de la parte administrativa, muchas veces el trabajo administrativo es trabajo de personal”, considera Susan.
Esta consideración también la tiene Susan, debido a que su madre tuvo una trayectoria de ascenso laboral que ella siempre destaca en distintas entrevistas que ha dado a medios estadounidenses. Empezó en uno de los puestos más bajos de las tiendas por departamento Ohrbach -que existieron en Estados Unidos hasta 1987- hasta llegar a ser la vicepresidente. “Ella fue siempre un gran ejemplo de liderazgo (…) Por eso digo que el liderazgo sí importa. Es importante que los profesores entiendan que pueden ser líderes, que ellos son los que generan los cambios de cualquier comunidad educativa”, considera.
Susan también hace hincapié en que muchas veces el liderazgo en sí no llega a ser tan potente si la estructura del colegio no apoya al profesor. Lo confirma también en su libro “Rewards and reform: creating educational incentives that work (Recompensas y reformas: creando incentivos educativos que funcionen)” (1996), donde asegura:
“Hacer un cambio efectivo requiere de un equilibrio entre presión y apoyo adecuado según el contexto, para generar acción y apoyo para aumentar su efectividad (McLaughlin 1987). Esta observación sobre el cambio organizacional y a nivel del sistema es consistente con la teoría y la investigación sobre el desempeño individual, que generalmente se define como una función interactiva de la motivación individual, la capacidad y la situación (Rowan 1996). Por ello vemos tres fuentes potenciales de presión y apoyo para mover los sistemas educativos en la dirección que hemos sugerido: política gubernamental y administrativa a nivel federal, estatal y local; redes y normas profesionales; y comunidad y partes interesadas”.
La importancia de la formación inicial
Para tener profesores que sean capaces de enseñar y sean líderes, lo principal para Susan es que se entreguen las herramientas desde los primeros semestres de estudio de pedagogía. “Al menos ahora creo que hay un poco más de práctica en algunas universidades y la práctica es muy importante al ser educador, pero no podemos limitarnos sólo a las prácticas. Es importante tener una tutoría, conversar con alguien sobre aquello que se hace bien o mal, que te guíe (…) Pasa mucho que hay una gran división entre conocimiento y práctica y eso, hay que integrarlo más”, dice Susan.
La capacidad de conversar es una de las claves según Susan. Establecer espacios de conversación entre pares y guías que ayuden a mantener a los docentes seguros sobre cada clase y cada planificación que realizan. “También es importante la conversación de profesor a estudiante, no sólo de profesor a profesor (…) No todos entienden que la conversación es una gran herramienta de empoderamiento y cuánto nos puede ayudar a lograr la equidad educativa”, considera.
Joaquín Walker, director ejecutivo de Elige Educar, coincide con la premisa de la experta estadounidense. “La formación inicial docente es fundamental para la calidad de la enseñanza y en Chile afortunadamente eso está siendo fortalecida por la nueva política docente. Una de las exigencias es que se promuevan las prácticas tempranas y eso lleva al estudiante de pedagogía a comprometerse y conocer mejor el alcance de su trabajo. Esto sumado a las inducciones a los profesores nuevos que establece la misma ley, debería fortalecer empoderamiento”, explica.
Por ello, la equidad educativa, se logra entonces con una cadena que va desde la motivación hasta la creación de espacios en que los profesores se sientan empoderados y guiados. “Cuando absolutamente todos entendamos que los profesores son el centro de todo, que son esenciales para el futuro, empezaremos a entender la importancia de mantenerlos motivados (…) Para que un ciudadano esté informado, tenga pensamiento crítico y pueda llegar a avanzar el país, se necesitan excelentes profesores”, concreta.
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