Desarrollar la grafomotricidad durante la infancia es imprescindible para la escritura, y se puede trabajar de formas muy entretenidas.
La grafomotricidad (“grafo” escritura, “motriz” movimiento), es un conjunto de movimientos necesarios que debe hacer la mano para poder escribir. El desarrollo grafomotriz del/la niño/a tiene como objetivo fundamental completar y potenciar el desarrollo psicomotor, a través de diferentes actividades.
Esta actividad, basada en las habilidades motoras finas, permitirá al niño/a el trazo de grafías que le ayudarán a adquirir destrezas motoras y servirá de base para el desarrollo futuro de la escritura. Así como para obtener un mayor dominio de su cuerpo: antebrazo, muñeca, mano y dedos.
Es necesario potenciarla desde una edad temprana
La grafomotricidad es una habilidad que requiere un alto nivel de precisión y control, que debe adquirirse poco a poco con la práctica. Algo muy importante es que los estudiantes aprendan –en primer lugar– los movimientos de pinza, para agarrar objetos pequeños.
Se podría considerar que el primer contacto de expresión gráfica empezaría alrededor del año y medio, momento en que suelen aparecer los primeros garabatos. El/la niño/a actúa más bien por impulso y con total descontrol.
¡Aún no hay coordinación ojo-mano y emplean todo el brazo!
Más tarde, algo antes de los dos años, empieza a emplearse el codo en la realización de trazos (si bien aún sin coordinar ojo y mano) y a realizar garabatos circulares. Tras ello, poco a poco el niño va a ir aumentando el control sobre la muñeca y la fuerza de la mano, así como a seguir el movimiento de su mano con los ojos. Empiezan a aparecer los primeros trazos independientes.
A partir de los tres años, ya se produce un intento de controlar el movimiento ¿Por qué lo niños deberían aprender a través del movimiento? Un experto en neuromotricidad responde de la mano para hacer un trazo dirigido. Van combinando colores y pueden centrar el movimiento de tal manera que no se sale del papel, además de intentar identificar algo en el dibujo.
Sobre los cuatro años podrán realizar un dibujo que simbolice un elemento concreto
La grafomotricidad es fundamental para poder escribir y dibujar, además de contribuir a la precisión y habilidades al desarrollar diferentes tareas. Por eso, es recomendable reforzarla mediante diversas actividades como dibujar, pintar, colorear, recortar, hacer pasatiempos como los laberintos o unir los puntos, ayudarán a desarrollarla.
Hay muchos ejercicios de grafomotricidad que pueden hacer en casa con los/as niños/as. Además, se pueden entretener mucho realizándolos y adquirirán una gran concentración con su práctica.
¿Cómo desarrollar la grafomotricidad?
- Preparar un ambiente relajado y tranquilo. La música puede ayudar, rápida si se quieren trazos cortos; lenta y suave si se buscan trazos largos y con curvas.
- Trabajar los trazos verticales, horizontales, oblicuos, circulares, en zigzag, etc.
- Realizar plantillas con puntitos muy juntos primero, para que el/la niño/a siga su trazo, después complicarlas distanciando los puntos a unir.
- Antes de trabajar con un lápiz y un papel, es bueno que el niño comience a dibujar con el dedo con harina, arena, pintura de dedos, etc.
- Después podemos empezar a enseñar al niño cómo se cogen correctamente las ceras de colores, cómo se sostienen entre los dedos y cómo se deslizan sobre el papel.
- No presionar al niño es fundamental, el proceso de la escritura abarca 3 ó 4 años y cada niño tiene su propio ritmo.
Para desarrollar la destreza de las manos y coordinación ojo-mano:
- Tocar las palmas, libremente y siguiendo el ritmo.
- Llevar objetos en equilibrio en la palma de la mano.
- Realizar gestos con las manos acompañando canciones infantiles.
- Girar las manos, primero con los puños cerrados, después con los dedos extendidos.
- Imitar con las manos movimientos de animales o de objetos.
- Lanzar objetos, tanto con una como con otra mano, intentando dar en el blanco (caja, papelera, latas, bolos, diana, etc.)
- Enroscar y desenroscar tapas.
- Abrochar y desabrochar botones.
- Atar y desatar lazos.
- Encajar y desencajar objetos.
- Manipular objetos pequeños (lentejas, botones, etc).
- Modelar con plasticina.
- Pasar las hojas de un libro.
- Barajar y repartir cartas.
- Recortar con los dedos.
- Doblar papel y rasgar por la mitad.
- Recortar con tijeras
La grafomotricidad también es el paso previo a la escritura, en donde los/as niños/as se preparan para la lectoescritura mediante una fase previa de garabatos y dibujos que sientan toda la base para comenzar a manejar los útiles necesarios para escribir.
Fuente: Una Mamá Novata
Gracias por su aporte muy conveniente y oportuno para llevar una correcta escritura en los niños con motivaciones correctas para que deseen aprender y no que huyan del deseo de aprender ahora se entiende porque hay niños desmotivados y sin ganas de aprender. Muchas gracias
Se puede cultivar la grafomotricidad de un adulto? Me refiero a si es posible para escribir con las dos manos.
Gracias y saludos.