Los cambios educativos están en la puerta, eso nos quedó claro con el contexto de la pandemia. Aquí dejo algunos de mis planteamientos e ideas como docente.
Tenemos, actualmente, un sistema sanitario, económico y social que replantea la educación tal y como la hemos percibido. Los cambios educativos están en la puerta y un nuevo paradigma se visualiza.
Como todas las organizaciones, la escuela debe adaptarse a este cambio en su forma de enseñar. Este cambio lo denomino como “el nuevo paradigma de la enseñanza”, que si bien no es nuevo, se está debatiendo más que nunca, gracias al contexto de la pandemia por el Covid-19. Definitivamente, se puso en evidencia que el momento es AHORA.
Parte de este paradigma lo conforman el aprendizaje colaborativo y tecnológico, donde la enseñanza tiene precisas aplicaciones educativas. Los alumnos construyen, descubren , transforman y extienden el conocimiento.
En tanto, los docentes crean condiciones en las cuales los estudiantes pueden construir a partir de lo estudiado, para procesar las estructuras cognitivas que poseen y retener en su memoria a largo plazo, en donde permanece abierto a posibles reconstrucciones y procesamientos futuros.
Los docentes deben apuntar a desarrollar las habilidades y los talentos de sus alumnos.
La educación es una transacción personal entre los alumnos y maestros mientras trabajan juntos, ya sea por medio virtual, presencial o mixto. Los docentes tienen que ser capaces de construir relaciones afectuosas y comprometidas con sus estudiantes. Y también crear las condiciones necesarias para que se construyan relaciones de empatía con sus pares.
La competencia individualista entre los alumnos debe minimizarse, porque genera situaciones de desconfianza, desalientan la construcción activa de conocimientos y el desarrollo del talento. Los estudiantes y los docentes tienen que ser vistos como colaboradores y no como obstáculos, así lograr el éxito académico y personal del estudiante.
Por lo tanto los docentes deben estructurar situaciones de aprendizaje que permitan a sus alumnos trabajar cooperativamente, para mejorar los logros de cada uno.
El aprendizaje colaborativo ofrece la forma de llevar a la práctica este nuevo paradigma de la enseñanza.
Estamos en un contexto en el que es posible estimular el desarrollo del talento de los alumnos. Un aprendizaje cooperativo cuidadosamente planificado asegura que los estudiantes se involucren cognitiva, física, emotiva y psicológicamente en la construcción de su propio conocimiento. Se trata de un gran paso hacia el cambio del carácter pasivo e impersonal de muchas aulas.
Entonces, ¿cómo llevarlo a la práctica?
Es importante crear espacios en donde el trabajo por disciplinas en proyectos sea el foco. También es clave trabajaren equipos de acuerdo a la temática y siempre apuntar a la diversidad.
También es necesario crear espacios flexibles que favorezcan el desarrollo de las habilidades, para que los estudiantes con distintas necesidades y estilos de aprendizaje puedan crear, colaborar e interactuar. Para esto, es necesario apoyarse en las tecnologías, de manera virtual o presencial.
Las nuevas aulas, en cualquier modalidad, deben contar con los siguientes espacios:
1. Creación:
Se trata de un espacio en donde los estudiantes puedan filmarse y así desarrollar su creatividad, habilidades comunicativas y de trabajo en equipo. Una idea, puede ser pedirles que hagan videos en donde expongan una noticia, una escena de un libro leído, hablar sobre sus lectura al mejor estilo de un booktuber o crear un anuncio publicitario.
2. Presentación:
En este espacio los alumnos deben presentar sus trabajos a través de videoconferencias , pizarras digitales, grabaciones de podcasts o presentaciones con Power Point, entre otras herramientas digitales.
3. Interacción:
El docente puede realizar foros con distintos planteamientos, en los cuales los alumnos interactúan entre si, dan su opinión, elaboran respuestas entre todos.
Se pueden utilizar diferentes plataformas virtuales para este espacio. Para que no se diluya el debate, el docente deberá elegir una persona que tome nota de las respuestas, para poder socializarlas después. De esta forma, no se pierde la riqueza de esta actividad.
4. Investigación:
En este espacio es importante que el docente enseñe los pasos de una investigación y cómo investigar con las herramientas digitales disponibles actualmente. La intención es desarrollar habilidades de búsqueda, análisis, verificación y filtrado de información, entre otras.
5. Intercambio:
El intercambio de información concluyente de cada espacio es muy importante para generar aprendizajes. Si cada espacio trabaja sobre el mismo tema, pero bajo distintas metodologías, será estimulante para los alumnos ver, escuchar y saber a qué se dedicó el otro grupo; ¡es este el verdadero aprendizaje colaborativo!
Para ello, el docente debe apoyar este trabajo por proyectos, fomentar las actividades en grupos en los distintos espacios. Es importante que las instituciones educativas revisen los diseños curriculares, los saberes a enseñar, realizar listas de aprendizajes básicos y sólidos que necesitarán los estudiantes para desenvolverse en su vida y concretar propuestas significativas para los niños y adolescentes.
Esta es una oportunidad para empezar a realizar cambios en las didácticas y prácticas escolares, en donde el alumno sea el protagonista de su propio aprendizaje.
Karina Inés Gómez es licenciada en Ciencias de la Educación; formadora de directores y educadores; asesora en necesidades educativas inclusivas. Máster en liderazgo directivo en escuelas.
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