Conocer sus intereses y conversar sobre lo leído, puede ayudar a crear el importante hábito de la lectura desde el hogar.
Leer desde una temprana edad trae beneficios a los niños y niñas en un sinnúmero de aspectos. Mejora sus capacidades lingüísticas, de concentración, los ayuda a conocer por sí mismos nuevas ideas y es fundamental para mantener activa su curiosidad y creatividad.
Sin embargo, es cada vez más común que desde temprana edad muchos prefieran estar con un dispositivo móvil en la mano, para jugar o ver videos. Por eso, aquí dejamos algunas recomendaciones que como educadores le pueden dejar a los familiares de sus estudiantes:
1. Crear un rincón de lectura
Para facilitar a los niños y niñas la lectura espontánea en su hogar, sirve mucho que haya un lugar dedicado exclusivamente para aquello, ¡y siempre abierto a ser ocupado!
En este espacio deberían estar todos los libros y revistas disponibles en la casa. Debe ser un lugar para decorar a gusto e ideal que sea cerca de una ventana, para asegurar un espacio luminoso y agradable. Lo importante es que asocien este lugar de la casa con la actividad de leer.
2. ¡Acompañarlos!
No es necesario que los padres estén leyendo lo mismo que sus hijos para acompañarlos, pero sí es importante mostrar interés en lo que ellos leen. ¡Esta sencilla acción los motivará mucho más para continuar haciéndolo!
Pueden hacerles preguntas sobre de qué trata la historia o detalles de su protagonista, lo importante de este punto es hablar sobre lo leído, de esta forma ellos empezarán a interesarse en la historia, aprenderán que la lectura puede ser divertida y también puede ser una gran instancia para socializar. También se recomienda leerles en voz alta, por ejemplo un par de páginas de un cuento antes de acostarse.
3. ¡Que sea divertido!
Presentarles a los más pequeños contenido que vaya de acuerdo con sus intereses, siempre será una buena estrategia para motivarlos a hacer algo, en este caso a leer. Si no funcionó un cuento puede ser también una revista de animales, científica, de fútbol o de plantas, según los gustos de cada niño o niña. ¡Es clave nunca olvidar que el objetivo es que incorporen el hábito de leer!
Libros que tienen ilustraciones y que no usen letras muy pequeñas, también pueden ayudar a facilitarles la lectura a los más pequeños.
4. Que tengan para elegir
En el rincón de lectura tiene que haber la mayor variedad de temas posibles , para que los niños puedan elegir el que más les interese. Pero esto no es todo, también se recomienda diversidad de colores, texturas, materiales, libros de distintas extensiones, todo lo que pueda llamar la atención.
Que haya para elegir, pero si un libro no causó interés por cualquier motivo, que exista la posibilidad de explorar entre toda una variedad de formatos disponibles.
Hacer que los más pequeños se mantengan leyendo es muy importante pero no es tarea fácil, por lo que se hace necesario que los padres acompañen el trabajo que hacen los docentes en la escuela.
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