Francisco Mora, profesor de Fisiología Humana de la Universidad Complutense de Madrid, explica en 5 minutos qué es el cerebro emocional y menciona cuáles son los elementos que no podemos dejar de lado al momento aprender o enseñar.
“Los circuitos neuronales que codifican para aprender y memorizar están en el cerebro, pero no es solo el cerebro el que aprende y memoriza; aprende la persona, aprende el estudiante y no sólo con el cerebro, sino en la interacción con el resto del organismo”. ¿Qué significan las palabras del profesor de Fisiología Humana de la Universidad Complutense de Madrid, Francisco Mora? Cuando una persona ve, escucha, toca, prueba o huele algo, dice el experto, toda esa información se canaliza en algo que se conoce como “cerebro emocional”. Antes de que esa información sea canalizada, tiene una carencia de “colorido emocional”, pero cuando la información entra, dicho cerebro emocional la clasifica según lo que es bueno y según lo que es malo. Esa clasificación le da sentido a lo que un niño observa, huele o siente… le da sentido a todo y permite que ocurra el aprendizaje.
Los elementos claves del desarrollo emocional
Según Mora, uno de los elementos más claves en este desarrollo es la madre, pues ella representa seguridad. La ciencia ha dicho, que cuando un niño no tiene el apoyo y el cariño de la madre, puede sufrir a futuro ansiedad o estrés tóxico. A este elemento, el experto añade otros como el entorno familiar en general, el desarrollo emocional en la escuela y el juego, entendido éste como el disfraz del aprendizaje. Mora hace énfasis en el juego pues según explica, el niño necesita de éste para activar ciertas áreas del cerebro que liberan los neurotransmisores encargados de generar placer, aquel que utilizan los niños para poder aprender de manera espontánea y estructurar un pensamiento propio cargado de un colorido emocional único e individual. “Razonamos con conceptos o ideas que tienen un contenido emocional. Pensamos con significados y cada uno tiene el suyo. Eso es trascendental en aprender y memorizar y por su puesto en enseñar”.
“Con esos instrumentos, un niño desarrollará lo que fundamentalmente es el corazón de lo que le permitirá aprender bien”.
Con esta frase, Mora evidencia la importancia de construir bases emocionales sólidas que favorezcan el aprendizaje. Las emociones, añade él, nos mantiene vivos y en los procesos de desarrollo emocional, surgen cosas tan importantes como el autoestima, la seguridad, la identidad y la confianza frente al mundo que nos rodea. He ahí la importancia de la madre, de los educadores, de las experiencias, del juego y de todos aquellos elementos de los primeros años de vida que, como bien dice el profesor, son el corazón de aquello que permite que los niños aprendan como lo merecen.
Leave a Reply