Desde la enseñanza de sexualidad y afectividad, he descubierto que niñas, niños y jóvenes pueden obtener las herramientas necesarias para desarrollarse íntegramente y con equidad de género.
Desde mis inicios, como estudiante de pedagogía, me di cuenta de la imperativa necesidad de educar a niños, niñas y jóvenes en el área de la sexualidad. Así fue como opté por la mención de Educación en Sexualidad en pregrado. Mi tesis de aquel entonces “Lo que quieren saber los estudiantes de Chile sobre Sexualidad” (UMCE, 1997), me permitió darme cuenta de algunas diferencias sobre las inquietudes en estas temáticas que tenían nuestros niños, niñas y jóvenes en Chile.
Al principio de mi carrera docente (hace más de 20 años), trabajé mucho en mis clases sobre la sexualidad femenina y la importancia de la educación de esta temática desde el aula, lo que nuestras niñas, niños y jóvenes debían tener para poder desarrollarse íntegramente. Para ello preparé una serie de talleres para mis estudiantes, y dicté también charlas para los profesores y apoderados del colegio donde me desempeñaba, en aquella época en Liceo Experimental Manuel de Salas. Desempeñé la misma labor para estudiantes, profesores y apoderados de otros colegios, porque siempre creí en la importancia de desarrollar una sexualidad sana e integral en nuestros estudiantes.
Además, como mujer desarrollándome en el campo de la pedagogía en ciencias y en el mundo laboral, empecé a percibir que el camino era difícil.
Pero consideraba que estaba en una posición importante como profesora de ciencias, para abrir las mentes de nuestros y nuestras estudiantes. Por eso, en mis clases de Biología siempre he resaltado la importancia de la equidad de género, por ejemplo, tratando desde la neurobiología la igualdad de los cerebros femeninos y masculinos; los aportes realizados por muchas mujeres científicas, la importancia de una sexualidad empoderada en las mujeres; del conocimiento del placer como parte importante de la sexualidad femenina y del autocuidado como un acto de corresponsabilidad, entre otras tantas temáticas de educación en sexualidad y ciencias.
Por otro lado, como profesora jefa en mis clases de orientación, siempre trabajé las temáticas de sexualidad en un amplio espectro, me refiero a una sexualidad no heteronormada, sino en una sexualidad para todos y todas. Una de las actividades que he realizado desde hace más de 15 años en mis cursos, donde soy profesora jefa, ha sido la reivindicación del género femenino a través del reconocimiento y conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
En mis cursos de jefatura los hombres conmemoran a las mujeres con un pequeño obsequio y escriben un discurso para ellas que incluye frases como “Las reconocemos, las respetamos, las queremos”. Este pequeño gesto masculino de los estudiantes muchas veces ha significado un tremendo logro a nivel de integración de las mujeres en mis cursos, ha permitido abrir espacios donde se ha podido conversar y evidenciar una serie de problemáticas en un mundo patriarcal.
Es en estas actividades donde me doy cuenta que la educación abre mentes y puede cambiar el mundo.
Cuando realicé mi tesis de posgrado: “La Metodología Indagatoria versus la Metodología Tradicional en Ciencias Naturales” , pude encontrar las evidencias que mostraban distintas pruebas estandarizadas (TIMSS, PISA, SIMCE y otras) sobre las diferencias de género en la enseñanza de las ciencias en Chile y el panorama a nivel mundial.
A partir de ello comencé a potenciar en mis clases, tanto en las escolares como en las universitarias, la importancia de una equidad de género desde la educación en ciencias y desarrollé para ello una serie de actividades que tendieran a la comprensión de la importancia de visibilizar estas diferencias.
Una de ellas es la realización en mis clases de ciencias de la prueba DAST (Draw-A-Scientist Test). Este test consiste en dibujar una persona de la ciencia. Hasta ahora, la mayoría de mis estudiantes dibujan a científicos en figura masculina, solitarios y encerrados en un laboratorio. Este ejercicio me permite mostrarles a mis estudiantes los constructos con los que la sociedad nos hace crecer. Además, también me ha permitido demostrarles lo importante que es derribar estos modelos y construir entre todos y todas unos nuevos modelos, más equitativos y más justos.
Al mismo tiempo comencé a incorporar en todas mis clases, desde las escolares, universitarias y hasta en los cursos que imparto en las reuniones de apoderados, frases inspiradoras de mujeres en las ciencias y de otras áreas del conocimiento, en todas mis presentaciones de clases, como por ejemplo:
- “ Defiende tu derecho a pensar, porque incluso pensar de forma errónea es mejor que no pensar”. Hipatía, 370-415, matemática.
- “Se menos curioso sobre las personas y más curioso sobre sus ideas”. Marie Curie, 1867-1934, química, doble premio Nobel.
- “La instrucción no es la perdición de la mujer, sino su salvación”.Eloísa Díaz, 1866-1950, primera médica de Latinoamérica.
- “Nada se me ha dado fácilmente, pero no me importa el sacrificio si con él puedo alcanzar el resultado apetecido”. María Callas, 1923-1977, cantante lírica.
- “Quería escribir sobre todo, sobre la vida que tenemos y las vidas que hubiéramos podido tener”. Virginia Woolf, 1882- 1941, escritora.
– “No tengo miedo, yo nací para esto”. Juana de Arco, 1412-1431, soldado y patrona de Francia.
Muchas de estas frases me han permitido motivar a muchas más mujeres por la educación científica y en equidad de género.. También me ha permitido re-educar a mis estudiantes hombres, incentivándolos a la admiración de otros géneros, que deconstruyan y reconstruyan su masculinidad que hasta ahora muchas veces es basada en lo patriarcal y que reconozcan que su mirada masculina afecta sus acciones diarias y éstas construyen realidades en la sociedad que vivimos cada día.
A medida que la sociedad chilena ha ido cambiando, también me di cuenta que debía seguir perfeccionándome en estas áreas y decidí prepararme en “Género, Familias y Políticas Públicas”. Al hacerlo, pude ampliar mis conocimientos y crear recursos didácticos. Así por ejemplo, desde un liderazgo pedagógico y femenino potenciar la equidad de género; dar a conocer los fundamentos epistemológicos e históricos del feminismo; potenciar el conocimiento y comprensión del concepto de culturalidad, de la reconstrucción del concepto de familia y del respeto a la diversidad. Para ello he elaborado una serie de talleres y actividades diversas sobre adultocentrismo, feminismo, masculinidades, diversidad de géneros basados en los principios de respeto y justicia; y en el amor a los seres vivos. Algunas de esas actividades, ya las he compartido en Elige Educar: “We can do it!” El video que hice en mi colegio en pos de la equidad de género
Como profesora les puedo decir que la sexualidad y la afectividad, son dimensiones centrales en los seres humanos y que están presentes en toda su vida.
De nosotros los profesores también depende que la educación integral se haga realidad en las aulas de Chile –y del mundo–, para ellos debemos incluir en nuestras clases temas como el sexo, las identidades y los roles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción, la orientación sexual, las emociones, los estados de ánimo y sentimientos.
De esta forma podremos incidir en el pensamiento, la conducta y la forma de relacionarse de nuestros estudiantes con ellos mismos y con los demás. La sexualidad se vive y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, roles y relaciones interpersonales, por esta razón es tan importante que como docentes estemos conscientes y accionemos desde la coherencia en nuestras aulas sobre el fortalecimiento del significado de ser mujer y de ser hombres, desde lo histórico para reconstruir un presente y futuros más dignos paras todos y todas.
Leave a Reply