Como profesora de física en la Escuela Artística Armando Dufey Blanc de Temuco, Lorena ha implementado múltiples estrategias para cautivar con la ciencia, a estudiantes de todas las edades.
Antes de estudiar pedagogía, Lorena Céspedes (45 años) inició sus estudios en física. En ese camino, descubrió que lo que más la motivaba era llevar esta ciencia a niños, niñas y jóvenes. Para lograrlo, creía que debía hacerlo de una forma dinámica y entretenida, pues esta sería la mejor forma de enseñarles a comprender el mundo. Desde el año 1999, Lorena se ha desempeñado como profesora de Matemática, Física y Educación Tecnológica en diversos contextos y niveles (desde Kínder, hasta IVº medio). Actualmente trabaja en la Escuela Artística Armando Dufey Blanc (Temuco), y también es parte de Proenta, un programa educacional para niños y niñas con talentos académicos de la Universidad de la Frontera.
Aprovechando el foco artístico de la escuela, donde trabaja desde el año 2015, se ha esforzado por enseñar a través de una metodología que está basada en preguntas y desafíos.
Planteando cuestionamientos atractivos y diseñando actividades como una competencia de balsas hechas de plumavit, ha podido potenciar la creatividad y la habilidad de resolución de problemas, pero sobre todo, ha logrado que el aprendizaje, para sus alumnos, tenga un sentido y se convierta en una herramienta que les permita desenvolverse en sus vidas. Su metodología, que está enfocada en el trabajo en equipo, la ha utilizado de múltiples formas (en física, en matemática…), pero lo más interesante es que ha logrado también, implementarla con estudiantes grandes y chicos, a través de proyectos relacionados con problemáticas locales, nacionales o mundiales (como el reciclaje, el transporte, entre otros).
Además, diseñó un aula virtual donde realiza una retroalimentación inmediata y ha llevado a cabo proyectos de robótica para que sus estudiantes resuelvan problemas complejos, como construir un robot que ayude a una persona tetrapléjica a pasar las páginas de un libro. También ha coordinado el desarrollo de encuentros de robótica regionales y ha sido un apoyo para los docentes en el ámbito de la ciencia, realizando talleres de capacitación.
Los resultados de su labor se han visto reflejados en la forma como sus estudiantes se enfrentan ahora a la física.
Más de la mitad de aquellos que no disfrutaban la ciencia, ahora, gracias a su metodología, pueden hacerlo. Su dedicación y su pasión por la enseñanza y la ciencia, también la han hecho merecedora de múltiples reconocimientos, como el premio Michael Faraday a la mejor Profesora de Física del País. Además, la Municipalidad de Temuco y la Universidad de la Frontera reconocieron su trabajo al apoyar un viaje a Dinamarca con 15 estudiantes por logros realizados en robótica.
Para Lorena, lo más importante es que sus estudiantes entiendan la física, la disfruten y la apliquen a sus vidas. Además, basa su metodología en algo que es fundamental: la relación y la confianza que tiene con sus estudiantes. Por llevar la física a las aulas de una manera diferente y por cautivar a sus alumnos con esta asignatura, Lorena Céspedes es hoy una de las cinco finalistas del Global Teacher Prize Chile 2018.
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