Se trata de un espacio llamado “Cuarenseña”, impulsado por una educadora infantil y un profesor de educación física. Un proyecto que logró cohesionar el trabajo de todos quienes forman parte de la Escuela San Francisco de Cunco Chico.
El contexto de la pandemia ha significado un proceso de reinvención para muchos docentes del mundo. Hay profesores que descubrieron nuevas herramientas digitales y otros incursionaron en las redes sociales para entregar información a sus estudiantes. Algunos, buscaron nuevos formatos que no dependieran del acceso a Internet.
Ese es el caso de Karen González y Pablo Cabrera –educadora infantil y profesor de educación física, respectivamente–, docentes de la Escuela San Francisco de Cunco Chico, ubicada en un sector rural del sur de Chile y parte de la red de escuelas de la Fundación Educa Araucanía. Ambos profesores conducen, desde mayo de 2020, el programa “Cuarenseña”, que se transmite vía Facebook Live –por la página de la escuela– y por Radio Universal 94.7 FM.
“Considerando la realidad de nuestros estudiantes, que están insertos en la ruralidad y el casi nulo acceso a Internet, se propuso la idea de crear un programa de radio para poder llegar a la mayor cantidad de familias posibles y así acompañarlos y ayudarlos con las tareas que se envían a las casas”, explica Pablo.
“Cuarenseña” se empezó a transmitir el 4 de mayo, con algunas propuestas de cápsulas de información.
Actualmente es un programa de media hora de duración, que se transmite de lunes a viernes de 16:30 a 17:00 horas. En este espacio entregan contenido de varias materias y muchas ideas para desarrollar en el contexto de clases a distancia.
El foco en cada transmisión es brindar acompañamiento y apoyo a sus estudiantes y familiares, además de ser un complemento del aprendizaje a distancia. Porque, según lo explicado por Karen y Pablo, el programa radial ha logrado cohesionar el trabajo de la comunidad educativa de la Escuela San Francisco de Cunco Chico.
“Como no somos especialistas en esto y hemos ido aprendiendo en el camino, vamos ajustando el programa a las necesidades que van apareciendo. Por ejemplo, en un principio las cápsulas educativas eran lo que nos parecía importante, pero una vez que logramos un modelo más sólido, intencionamos las cápsulas a los contenidos que les enviamos a las casas y también a temas que aquejan a las familias en el día a día”, asegura Pablo.
El programa también da espacio a la voz de los estudiantes, para que hablen de sus emociones y sus vivencias en pandemia.
Por ejemplo, en el programa que realizaron el 14 de agosto, habla Bastián, un estudiante que vive en la comunidad de Quepe, ubicada en la ciudad de Temuco. En el episodio, narra en pocos minutos cuál es su contexto, lo que ha significado para él no ir a la escuela y el miedo que siente por la pandemia.
Esos son espacios que han creado los docentes mediante concursos, en los que han invitado a los estudiantes a escribir historias desde sus experiencias. Así, destacan la importancia del bienestar de los estudiantes y de las familias, aspecto muy importante en esta comunidad escolar, especialmente por el alto índice de vulnerabilidad de los alumnos.
En “Cuarenseña” TODOS los docentes de las escuela han encontrado un espacio para enseñar.
Aunque Karen y Pablo son quienes llevan la batuta del programa, todos los profesores de la Escuela San Francisco de Cunco Chico han aportado material para trabajar en el programa y complementar procesos de enseñanza a distancia. Pero no se han quedado en las transmisiones de lunes a viernes, sino que han ido más allá y han trabajado de forma constante y colaborativa.
“Por ejemplo, la profesora de ciencias propone trabajar un objetivo de su asignatura, como la obtención y uso de la energía eléctrica y los demás profesores lo abordamos desde nuestras áreas, en este caso el profesor de matemática envía un proyecto donde deben calcular el gasto de energía eléctrica en sus casas y como varían de un mes a otro, revisando las boletas y mirando los gráficos. En mi caso, como soy profesor de educación física, me uno con el tema de la obtención de energía desde los alimentos para el organismo y voy haciendo un paralelo entre estos temas y así con cada asignatura”, cuenta Pablo.
De esa forma, todos los docentes han logrado que los contenidos tengan mucho más sentido, estén contextualizados y logren una presentación coherente en las transmisiones de “Cuarenseña”.
“Con el programa radial, todos los profesionales de la escuela han puesto su sello y aportado con material de calidad para llegar de la mejor manera a los estudiantes y sus familias”, agrega Pablo.
El espacio radial ha dejado ideas para repensar las actividades en su formato presencial.
Aunque para Karen y Pablo el proyecto de “Cuarenseña” está muy enfocado en un contexto de pandemia, no descartan implementar una idea similar cuando exista la oportunidad de volver a las clases presenciales. “Aunque hacer un programa como este toma bastante tiempo y si a eso le sumamos las horas que se debe estar en aula lo vuelve un poco complejo, pero es una herramienta hermosa”, cuenta Pablo.
Además, este espacio ha reforzado la energías y el valor del trabajo en equipo e interdisciplinario. Porque fue un proyecto impulsado por una educadora infantil y un profesor de educación física, que terminó involucrando a toda la escuela.
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