En el Jardín Los Pastorcitos de Puerto Montt, la educadora Norma Isla decidió crear en 2015 un Wall-E con materiales de reciclaje para trabajar algunas importantes habilidades.
En el Jardín Los Pastorcitos –ubicado en Puerto Montt, sur de Chile– hay un Wall-E que siempre está paseando por las instalaciones del establecimiento. Pero no se trata del personaje de la famosa película de Pixar, que sigue las aventuras de un robot que limpia la tierra.
La misión de este robot que es parte del jardín –que pertenece a Fundación Integra– es totalmente distinto. Según su creadora, la educadora infantil Norma Isla, este Wall-E es un robot interactivo que fue confeccionado con cartón, focos de luz en sus ojos y un sistema de walkie talkie, que busca trabajar aspectos como el desarrollo socioemocional, la comunicación integral y la comprensión del entorno.
A través de la interacción y conversación con este Wall-E, niños y niñas desde los 2 años hasta los 3 años con 11 meses, aprenden a través del juego. Inicialmente, se trató de un proyecto que se implementó para mejorar resultados en el área del lenguaje. Pero esta idea que partió en 2015, ahora se encuentra en una etapa de trabajo colaborativo con FabLab (Laboratorio de Fabricación Digital) FDE LA acultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos de la Universidad Católica, para lograr un diseño que sea más autónomo y duradera, para posibilidad de sacarlo del establecimiento. Un consideración que se tuvo tras más de un año y medio de clases a distancia por la pandemia.
En la siguiente imagen, la descripción del robot. Publicada en el diario Las Últimas Noticias en 2016:
Una de las habilidades de este Wall-E es leer cuentos
Debido a que el foco inicial de este robot estaba en habilidades como la escucha y la lectura, algunas de la cosas que puede hacer Wall-E –confeccionado en su totalidad con materiales de reciclaje–es leer cuentos, realizar preguntas y responder dudas. También está diseñado para enseñar valores, tales como: amor, respeto, solidaridad y empatía. Con la mejora, que esperan realizarle en conjunto a FabLab, algunas de las nuevas funciones tendrán mucha relación conocer y entender el estado emocional de niños y niñas.
El equipo del jardín también busca que Wall-E pueda interactuar al instante con las educadoras, al poder describir características de color, forma, tamaño y cantidad, tanto en vestuario de niños/as, como en objetos del establecimiento. Es decir, se espera que el robot pueda ser programado para decir cosas como: "Qué hermosa tu polera (franela/camisa) amarilla, ¿puedes encontrar objetos en la sala o en tu hogar que sean de color amarillo?".
Parte del trabajo con Wall-E consiste en un trabajo conjunto entre Carolina Rey –directora del jardín– y varias educadoras y técnicos, quienes planifican, realizan seguimiento y evaluación de las experiencias pedagógicas con el robot. Porque aunque la instancia sea una constante invitación al juego, la intención es trabajar varias habilidades claves para la educación siglo XXI.
De esta forma, en el Jardín Los Pastorcitos están constantemente propiciando la curiosidad y las ganas de aprender, con un personaje de película. Por estas (y muchas más razones), este proyecto fue uno de los 10 ganadores del Premio Elige Innovar, entregado por Elige Educar, Dale Profe y Fundación Huneeus.
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