Luciana Ortega cree que la Educación Musical va más allá de la técnica. Su enfoque integral, hizo que la agrupación “Ensamble Arpas de Ñuble” llegue hasta escenarios internacionales; promoviendo la valoración de la identidad cultural en sus estudiantes.
Desde que tiene memoria, Luciana Soledad Ortega, estuvo inmersa en un ambiente musical. En su hogar, los acordes y canciones nunca faltaban, gracias a que sus padres cantaban y tocaban diversos instrumentos. Esta sincronía encendió una pasión en ella que la llevó a estudiar Pedagogía en Música en la Universidad de Concepción.
Con 33 años, se desempeña como docente en el Instituto Santa María de San Carlos, ubicado en la región de Ñuble. Con cada clase, Luciana busca llenar el aula con el mismo entusiasmo que la acompañó desde niña. No solo enseña Música, sino que se dedica a ofrecer lo que ella no tuvo cuando era estudiante: “Como docente quiero cumplir las expectativas de todos mis estudiantes y también de los que no esperan nada de la asignatura”, indicó Luciana.
San Carlos, la comuna donde trabaja, es conocida por su rica herencia musical y cultural, siendo cuna de artistas como Violeta Parra y Los Ángeles Negros, entre otros. Influencia cultural que también se refleja en su enseñanza.
La magia de conectar la Música con las raíces
Luciana trabaja con estudiantes desde 6° básico hasta 4° medio, abarcando tres grandes vertientes musicales: docta, popular y folclórica. En sus clases, utiliza repertorios variados que incluyen desde canciones tradicionales hasta temas contemporáneos, adaptando el enfoque según las características y motivaciones de cada grupo de estudiantes. De esta forma, sus estudiantes pueden realizar covers de canciones tradicionales, cambiar la letra a canciones con una temática determinada, elaborar una musicalización original para una escena o animación e incorporar diversos elementos sonoros como instrumentos musicales, sonidos corporales, cotidiáfonos y sonidos digitales.
Durante la pandemia, la escasez de instrumentos la llevó a innovar con la creación de cotidiáfonos y a vincular la música con otras artes. Además, aprovechó el hecho de que muchos estudiantes tenían abuelos que utilizaban telares, integrando esta tradición en el aprendizaje del arpa, dedaje y coordinación. “Fortalece el desarrollo instrumental, pero también la creatividad y la valoración del trabajo artesanal de antiguas generaciones. Debemos valorar la transmisión oral, pues todo cobra mayor sentido si somos conscientes de dónde venimos para comprender cuál es nuestro rol como seres humanos en la sociedad”, indicó la docente sobre su objetivo educativo.
Uno de sus proyectos destacados es el Taller de Arpa iniciado en 2019, que comenzó con un solo instrumento y cuatro estudiantes. Desde entonces y tras mucho trabajo, se transformó en el “Ensamble Arpas de Ñuble”, que ha participado en eventos comunales, regionales e internacionales, incluyendo la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos ODESUR en Paraguay (2022) y el Festival Mundial del Arpa en México (2023).
Ese mismo año, el ensamble ganó la convocatoria nacional al Concierto "Me gustan los estudiantes", organizado por el Museo Violeta Parra. En la instancia un grupo de estudiantes obtuvo el 1° lugar en el Festival Folklórico Estudiantil en la Patagonia con la tonada "Memorias del campo". “Para esto, se les solicitó a los estudiantes conversar con sus abuelos sobre el estilo de vida que llevaban en su juventud: rutina diaria, ocupaciones, herramientas tecnológicas de la época, entre otros. Dialogaron sobre la información obtenida y compusieron una canción transmitiendo la esencia de lo que sus ancestros fueron”, comentó Luciana.
Este es solo el comienzo de un prometedor camino para “Ensamble Arpas de Ñuble”, que continúa ganando reconocimiento y proyección internacional. La reciente invitación al Festival Mundial del Arpa en México, ARPAFEST, para representar a Chile, es un testimonio del impacto y la calidad de su trabajo. Con cada presentación, estos talentosos jóvenes no solo llevan consigo la música de Ñuble, sino también el orgullo y la pasión de su comunidad, abriendo nuevas puertas y sueños en el panorama musical global.
“La música es fundamental no solo para el desarrollo de habilidades musicales, sino también para el crecimiento integral de los estudiantes”, enfatizó la docente que día a día fomenta la comunicación familiar y la valoración de la cultura tradicional, integrando elementos de la tradición oral en la creación de nuevas obras musicales.
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