María José Márquez, educadora de la Escuela España en Osorno, integra la riqueza cultural Mapuche Huilliche en su enseñanza, transformando el aula en un espacio dinámico con métodos innovadores como el panel de emociones y viajes en el tiempo.
María José Márquez Villalobos (33), es una hija de la Región de Los Lagos. Nacida y criada en esta región, ha estado profundamente arraigada en su comunidad a lo largo de toda su vida. Inició su camino en la Universidad de Los Lagos y actualmente está transformando la educación en la Escuela España, ubicada en Osorno. Su enfoque se centra en una población mayoritariamente Mapuche Huilliche, integrando elementos culturales locales en su enseñanza para fortalecer la identidad y conexión cultural de los estudiantes.
Cada mañana en la Escuela España, María José arranca el día con un innovador panel de emociones. Los niños colocan su foto según cómo se sienten, y a lo largo del día, tienen la oportunidad de cambiarla si su estado emocional varía. Este método interactivo permite a la educadora hacer preguntas abiertas como: “¿Cómo te sentirías si tu compañero no quiere jugar contigo?” o “¿Qué crees que hizo feliz a tu compañera?”, fomentando un diálogo profundo sobre sus sentimientos. Así, Márquez convierte el aula en un espacio dinámico donde el crecimiento personal y emocional de los niños se convierte en una experiencia continua y enriquecedora, promoviendo la reflexión y el pensamiento crítico desde una edad temprana.
La docente convierte el aula en un espacio dinámico y temático. En actividades como “Conociendo el pasado”, transforma el aula en una casa antigua equipada con objetos históricos, permitiendo a los niños asumir roles históricos y experimentar la vida en épocas pasadas de manera inmersiva y divertida.
Cuadros, planchas, máquinas de escribir y radios antiguas, son el ambiente en que los niños se ven inmersos. Este enfoque fomenta un aprendizaje activo y participativo, adaptado a los intereses y necesidades individuales de cada estudiante. “Quiero resignificar la labor de las educadoras en contextos educativos alternativos, mostrando que, aunque estemos al margen del sistema tradicional, garantizamos una enseñanza de calidad y valiosa para los niños y sus familias”, destacó María José sobre su motivación para postular al Global Teacher Prize.
Las actividades que creó en su aula como “Somos Cuidadores del Medio Ambiente”, donde los niños recogen basura y educan a sus compañeros, y “Somos Periodistas”, donde crean y hacen preguntas, complementan su enfoque innovador con prácticas que desarrollan habilidades comunicativas y conciencia ambiental.
Además, fomenta el desarrollo integral a través de actividades como “Conociendo el Mundo de las Artes”, donde los niños exploran el cine mudo y la expresión corporal, enriqueciendo su desarrollo cognitivo y emocional con canciones y rimas.
En su comunidad, promueve la importancia de la niñez y la educación inicial mediante proyectos colaborativos que involucran a estudiantes, familias y docentes en actividades públicas, destacando la esencia y alegría de los niños. Su compromiso con la innovación educativa y la integración cultural no solo enriquece la experiencia escolar, sino que también fortalece el tejido comunitario en su entorno.
Leave a Reply