Uno de los problemas de las clases en línea, es que los estudiantes realmente no leen, sino que "hojean" el contenido. Por eso, es importante crear contenido visualmente fácil y agradable de leer. 

¿Te ha pasado que cuando dejas actividades asincrónicas recibes pocas respuestas? O, que al corregir los trabajos de tus alumnos/as, te das cuenta que no siguieron instrucciones porque les faltó leer parte del contenido.

Las clases en línea no sólo está compuesta por interacciones basadas en recursos multimedia. Parte esencial de las experiencias de aprendizaje virtuales está en lo que escribimos: la forma como presentamos nuestras clases, el contenido, las instrucciones y hasta cierto punto, la comunicación que tenemos con nuestros alumnos.  El problema está en que en el mundo virtual las personas realmente no leen, «hojean» el contenido rápidamente y así deciden donde les interesa detenerse.

Por eso, es importante crear contenido visualmente fácil de hojear, agradable de leer y lo suficientemente interesante para llegar hasta el final. Para hacerlo, les dejo estos tips: 

 1. Usa títulos atractivos para tu contenido

• Usa un lenguaje simple pero poderoso. Usa verbos que le hablen directamente al lector. Por ejemplo: “Lee” o “Has click aquí»
• Usa el factor de shock. «¡Corre por tu vida!», puede ser un ejemplo para un artículo sobre los beneficios del ejercicio.
• Incluye números. Puede ser más llamativo leer un artículo titulado «5 pasos sencillos para hacer una buena descripción», a uno que se llame «Los adjetivos».
• Usa una pregunta chistosa o extraña que solo se pueda responder leyendo tu material. Por ejemplo: «¿Cuál es el peso máximo que puede levantar un ser humano?» Para empezar una clase de física.
• Genera un sentimiento de urgencia. Por ejemplo: «Sólo 1 mes para entender fracciones». 
• Crea misterio: No reveles la información principal en el títulos, haz que el lector quiera leer todo para descubrir algo.

2. Explicita el sentido del aprendizaje 

Al principio de cada clase o texto deja claro cuál es su propósito respondiendo las siguientes preguntas:

• ¿De qué se trata?
• ¿A quién está dirigido?
• ¿Por qué puede ser relevante para tu alumno?

Tus estudiantes se conectarán más con el contenido si tienen claro para qué les va a servir y cómo se relaciona con sus intereses personales. 

 3. Interactúa con el lector

​Despierta la curiosidad de tus estudiantes haciendo preguntas que hagan que el lector vaya más allá del texto. Por ejemplo:  

• ¿De qué te das cuenta?
• ¿Qué piensas que está pasando?
• ¿Qué te hace pensar?

 Las preguntas retóricas son una buena forma de interactuar con el lector. Sin embargo, ten cuidado de no usarlas en exceso, ya que, si aparecen muy seguido, en vez de lograr momentos de reflexión, pueden ser ignoradas por el lector.

4. Mantén el suspenso

Escribe de tal forma que el lector siempre tenga algo interesante que descubrir en tu texto. Dirige tu escrito hacia la parte más interesante, para que la gran revelación ocurra hacia el final.

5. Escribe en bloques

Es probable que para la mayoría de tus alumnos/as sea más amigable leer contenido que está separado en bloques pequeños a páginas llenas de información. Para lograr esto:

• Entrega la información «masticada»: Usa párrafos cortos y precisos, que sean fáciles de digerir y entender.
• «Secciona» el contenido: En cada párrafo incluye solo información que se relacione entre sí.

6. Usa un lenguaje claro, simple y conciso 

Escribe de manera natural e informal. Entre más fácil sea para el estudiante alumno seguir tu texto, más probabilidad tienes de que lo lea hasta el final. Para esto:

• Evita las palabras difíciles o los acrónimos que pueden distraer el mensaje principal.
• No mezcles metáforas en una frase ya que se puede prestar para confusión.

7. Para describir, usa verbos en vez de adjetivos

Los verbos describen mejor que los adjetivos porque entregan más información. Mira el siguiente ejemplo:

¿Cuál de las siguientes descripciones te dice más sobre Jaime?

1. Jaime es una persona enérgica, atlética y deportista.
2. Jaime trota por las mañanas, a medio día nada en la piscina y algunas tardes juega tenis con su amigo Pedro.

Con la segunda descripción, puedes deducir que Jaime es una persona enérgica y deportista y además tienes fundamentos para justificar POR QUÉ es así.

 8. Háblale directo al lector

Si le hablas directamente al lector, este se dará más por aludido al leer tu mensaje que si escribes en tercera persona. Por ejemplo: “Lee el siguiente texto y responde las preguntas a continuación.” Es más efectivo que: “Primero se debe leer el texto y luego responder las preguntas.”

9. Trata de ir al grano con frases significativas

A veces escribir de más solo demuestra falta de comprensión del tema. Sin embargo, el contenido se recuerda mejor cuando es elaborado, significativo y contextual. Entre más sentido le des a tus frases, más probabilidades tiene de quedar grabado en la mente de tus alumnos. Si vas a hacer una lista hazla con frases, no con palabras sueltas. (Fuente)

10. Recuerda que lo primero entra por los ojos

Ayuda a que tus textos sean más agradables a la vista usando títulos y subtítulos grandes,  negrillas, punteos, números y buen espaciado. Si puedes usar imágenes, diagramas, infografías o estadísticas que reemplacen texto, HAZLO.

Motivemos a los estudiantes a través de lo que escribimos para que al ver texto, no sigan el impulso de saltárselo. ¡Mucha suerte con tus clases en línea!

Manuela Peñalosa es historiadora, educadora, coach y master en Gestión Cultural. Tiene más de 10 años de experiencia internacional en Chile y en Colombia, en distintas áreas del mundo educativo. Docente de Ciencias Sociales en educación básica y media tanto en colegios públicos como privados. Manuela se ha especializado en diseño instruccional para la educación online en la Universidad de Toronto y Google for Education y cursos de la Universidad de Harvard. Por la pandemia del COVID19, en Mayo, fundó VirtualEduLab para ayudar a docentes de toda Latinoamérica a tener una adaptación más exitosa a la educación virtual.