3 simples pasos para usar el dibujo en evaluaciones formativas

Las evaluaciones formativas, cuando se realizan con regularidad en puntos clave durante el proceso de aprendizaje, son ventanas que permiten a los estudiantes interpretar o cuestionar qué aprendieron respecto a un concepto o tema. En este sentido, invitar a los estudiantes a expresar esa comprensión con dibujos, ofrece una mirada distinta para los educadores.

De acuerdo con Shveta Miller, profesora de inglés hace más de 15 años en escuelas públicas de Estados Unidos, propone que dibujar –mientras se aprende– permite capturar un concepto, imagen, evento u objeto y libera espacio cognitivo para que podamos comenzar a pensar críticamente. Por ello, entrega 3 pasos para que todos los docentes puedan utilizar el dibujo para sus evaluaciones formativas:

1. Pedir a los estudiantes que dibujen mientras aprenden:

Por ejemplo, si los estudiantes hacen un bosquejo de algunos personajes de una novela con un detalle pequeño pero clave que distingue a cada uno, junto con flechas que representan sus relaciones entre generaciones, podrán pensar sobre esas relaciones, cómo los personajes se influyen entre sí y cómo se desarrollan a lo largo de la historia. Algo bastante similar a los mapas conceptuales.

De manera similar, si se hace con elementos de un proceso científico, podrán comenzar a pensar en sus funciones y cómo se integran. Es importante que mientras un estudiantes dibuje, se haga las siguientes preguntas:

• ¿Cómo debo representar la relación entre estas partes?
• ¿Qué tan grande/pequeño debo dibujar estas partes?
• ¿Qué forma deberían tener?
• ¿Dónde ubico cada parte?

Debido a que los alumnos/as toman muchas decisiones a medida que traducen el contenido en imágenes, los docentes pueden descubrir sus ideas preconcebidas, sus conceptos erróneos, la profundidad de su comprensión y lo que les entusiasma del contenido.

2. Fomentar la confianza del dibujo como herramienta de aprendizaje:

El dibujo tiene importantes beneficios de aprendizaje y es importante integrarlo en una experiencia académica completa. Los estudiantes no necesitan desarrollar habilidades artísticas para experimentar los beneficios cognitivos del dibujo a medida que aprenden. Por ello, es importante aliviar la ansiedad y disipar los mitos sobre el trabajo visual.

Pero, ¿cómo hacerlo de acuerdo a la profesora Shveta?

• Ofrecer el dibujo como una de las pocas opciones para que los estudiantes procesen y demuestren su aprendizaje.
• Reemplazar el lenguaje de mentalidad fija como "no puedo dibujar" con una narración que describa su proceso: "Quiero mostrar que los elementos se construyen entre sí, así que dibujaré cuadros uno encima del otro".
• Usar la serie de Dan Santat #DrawLikeAKid que demuestra cómo dibujar muchas cosas con solo unas pocas formas y las letras del alfabeto.
• Indicar a los estudiantes que reflexionen sobre sus experiencias en los dibujos para que comiencen a entenderlos como una herramienta de aprendizaje útil.

3. Usar los dibujos para la retroalimentación:

La retroalimentación que los docentes ofrezcan sobre los dibujos de los estudiantes y las elecciones de instrucción, son tan importantes como el dibujo. Aquí hay algunas preguntas que cada docente debe hacerse, para examinar los dibujos de sus estudiantes:

• ¿Qué hechos, relaciones o secuencias (entre otras) comprende el alumno?
• ¿Qué elementos clave se han pasado por alto?
• ¿Qué factores están algo tergiversados?
• ¿Cómo se representan ciertos factores, relaciones o detalles.?
• ¿Cómo se comparan los dibujos de los estudiantes? ¿Qué patrones ve? ¿Qué tienen de distintivo algunos de ellos?

Cuando el pensamiento está representado en forma visual, tanto docentes como estudiantes obtienen información valiosa sobre los conceptos involucrados. Aprenden de lo que ven los demás, de las decisiones que toman para representar una idea e incluso de los conceptos erróneos que puedan tener.

¡Te invitamos a usar las evaluaciones formativas con dibujos en tus clases!