Para generar espacios de aprendizaje significativos y enseñar en aulas donde todos los niños son una prioridad, esta experta sugiere estas ideas.
Durante 20 años, Shane Safir ha trabajado en educación. Su gestión se ha centrado en crear espacios educativos donde la equidad y la inclusión son una prioridad. Safir tiene un libro llamado Culturally Responsive Teaching and the Brain: Promoting Authentic Engagement and Rigor Among Culturally and Linguistically Diverse Students, obra que reúne su trabajo enfocado en una tendencia educativa conocida en EE.UU como Enseñanza Cultural Responsable (CRT). En su libro, la autora plantea la siguiente pregunta: ¿cómo sabemos realmente que estamos respondiendo culturalmente si no escuchamos a nuestros estudiantes? Para contestar esta pregunta, Safir habla de tres niveles, que desde su punto de vista, hay que triangular para mejorar los resultados de los estudiantes: el Nivel Satélite (Nivel 1) que corresponde a datos como los puntajes en los exámenes y la asistencia, el Nivel Mapa (Nivel 2), que corresponde a encuestas estudiantiles, exámenes o tareas y el Nivel Calle (Nivel 3) que solo se puede conseguir a través de la escucha y la observación.
Este último nivel en particular es el único que permite conocer las historias jamás contadas de los logros de los estudiantes y quitar las barreras como una oportunidad de acceso. Además, ofrece una forma concreta y respetuosa centrada en el estudiante que permite desarrollar una práctica pedagógica etnográfica, basada en las costumbres y tradiciones de todos los estudiantes. En otras palabras, el Nivel Calle construye el músculo de la escucha y la observación que los profesores necesitan para conocer a sus estudiantes, crear confianza y construir espacios igualitarios e inclusivos. Pero ¿cómo se puede desarrollar dicho Nivel Calle? Safir sugiere 6 estrategias:
1. Entrevistas uno a uno
Para entender la forma en que aprende cada niño, el comportamiento y los desafíos, ella sugiere hacer entrevistas uno a uno. Para eso, primero hay que identificar a los estudiantes que están teniendo mayores dificultades para luego invitarlos a hablar fuera de la sala de clase. Tendrás que decirle a cada uno que tu propósito es escucharlos y conocerlos para poder guiarlos mejor. Puedes decir cosas como: cuéntame en qué te sientes exitosos en mi clase, cuéntame qué te parece más difícil, ¿cómo aprendes mejor?, ¿cómo puedo mejorar como profesor/a?, ¿cómo te puedo apoyar para que alcances tus objetivos?
2. Grabar audios de focus groups
Otra propuesta sugerida es escuchar a los estudiantes a través de focus groups o entrevistas con pequeños grupos. Reunir a varios estudiantes, dice ella, puede reducir los niveles de ansiedad y de esa forma se pueden construir ideas que nacen de sus propias historias. Crea este espacio junto a otro profesor, busca un salón silencioso e invita a unos 6 estudiantes a participar de este encuentro especial. Si grabas estas sesiones, dice la experta, puedes compartir los principales hallazgos con tu departamento o los miembros de la comunidad educativa que consideres indispensables para construir ideas en pro de las necesidades de los estudiantes.
3. Entrevistas con retroalimentación
La idea es similar al focus group, pero en lugar de pedir a los estudiantes que cuenten sus historias, le pedirás a tus estudiantes que hagan una retroalimentación de tu trabajo como profesor/a.
4. La sombra de tu estudiante
Para hacer esto necesitarás la autorización de tu estudiante. Para algunos quizás sea una posibilidad lejana, pero si tienes la oportunidad de hacerlo, vale la pena. La idea es que te pongas en los zapatos de uno o varios de tus estudiantes, viviendo un día a su manera. Encuéntrate con él/ella antes de que empiece la escuela, observa su cotidianidad, toma nota y abre tu mente a entender su mundo. Asegúrate de tomarte un tiempo para analizar la información, encontrar patrones y plantear interrogantes.
5. Seguimiento de participación en el aula
Un factor determinante de inclusión y compromiso, dice Safir, es la participación oral en clase. Para medir dicha participación tendrás que crear lo que ella llama un “seguidor de equidad” con los nombres de los estudiantes y una columna con los días de la semana. Este seguidor te permitirá medir qué tanto participan tus estudiantes.
6. Seguimiento de lenguaje académico
Tener la capacidad de internalizar el uso del lenguaje académico en clase es muy importante, especialmente para los estudiantes que no hablan la lengua nativa. Ver qué estudiantes utilizan o no utilizan el lenguaje académico te permitirá crear estrategias específicas. ¿Cómo hacerlo? Escoge a uno o dos de tus alumnos para oírlos durante la clase, especialmente si están comprometidos con las discusiones de la clase. Transcribe lo que dicen o grábalos. Analiza el audio, mide cuántas veces incorporan el lenguaje académico y piensa cómo puedes apoyar a ese estudiante que no tiene interiorizado dicho lenguaje.
¿Qué otras estrategias has utilizado para conocer mejor a tus estudiantes y sus necesidades?
Leave a Reply